El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, expresó el miércoles su "profunda preocupación" por el impacto de la situación en Siria sobre la situación política y la seguridad en Líbano y la región; la advertencia fue expresada en su informe periódico al Consejo de Seguridad sobre la aplicación de la Resolución 1701 que puso fin a la guerra entre Hezbollah e Israel en el verano de 2006. En el informe sobre la resolución Ban se comprometió a continuar sus esfuerzos para encontrar una solución diplomática a la cuestión de las Granjas de Sheb'a, sin embargo, admitió que estos esfuerzos se ven obstaculizados por la falta de voluntad" de Israel y Siria para resolver el problema en este momento.
También Ban instó a Damasco a cesar las incursiones en territorio libanés, que tienen el propósito de acosar a los refugiados sirios en el Líbano y arrestar o matar a opositores políticos. De igual manera hizo un llamado a Israel a retirar sus soldados de la parte norte de Ghajar, las áreas adyacentes al norte de la Línea Azul y el cese completo de violaciones del espacio aéreo libanés; también pidió a Líbano a ejercer una autoridad efectiva sobre todo su territorio y garantizar el control de todas las armas y asegurarse de que no queden en manos de algunos grupos.
Como era de esperarse, Hezbollah criticó al informe de Ban Ki-moon, al que describió como sesgado hacia Occidente y advirtió que Ban está influido por la postura de EE.UU. e Israel. Según Hezbollah, el informe está lleno de falacias y pone de manifiesto la exasperación por fortalecer la posición del pueblo libanés, en favor de la resistencia, contra la ocupación israelí y las continuas agresiones de Tel Aviv contra los libaneses.
Hezbollah añadió, en su comunicado, que el 17º informe de Ki-moon, está plagado de equivocaciones y errores, y señaló que el Secretario General parecía irritado por la determinación de los libaneses a resistir la ocupación israelí. Hezbollah sostiene que el informe se contradice con los hechos más simples en el terreno; aunque las declaraciones de funcionarios internacionales han confirmado que la situación en el sur es estable y coinciden con las declaraciones del General Alberto Asarta, comandante de la FPNUL en el sur.
También Ban instó a Damasco a cesar las incursiones en territorio libanés, que tienen el propósito de acosar a los refugiados sirios en el Líbano y arrestar o matar a opositores políticos. De igual manera hizo un llamado a Israel a retirar sus soldados de la parte norte de Ghajar, las áreas adyacentes al norte de la Línea Azul y el cese completo de violaciones del espacio aéreo libanés; también pidió a Líbano a ejercer una autoridad efectiva sobre todo su territorio y garantizar el control de todas las armas y asegurarse de que no queden en manos de algunos grupos.
Como era de esperarse, Hezbollah criticó al informe de Ban Ki-moon, al que describió como sesgado hacia Occidente y advirtió que Ban está influido por la postura de EE.UU. e Israel. Según Hezbollah, el informe está lleno de falacias y pone de manifiesto la exasperación por fortalecer la posición del pueblo libanés, en favor de la resistencia, contra la ocupación israelí y las continuas agresiones de Tel Aviv contra los libaneses.
Hezbollah añadió, en su comunicado, que el 17º informe de Ki-moon, está plagado de equivocaciones y errores, y señaló que el Secretario General parecía irritado por la determinación de los libaneses a resistir la ocupación israelí. Hezbollah sostiene que el informe se contradice con los hechos más simples en el terreno; aunque las declaraciones de funcionarios internacionales han confirmado que la situación en el sur es estable y coinciden con las declaraciones del General Alberto Asarta, comandante de la FPNUL en el sur.
El comunicado concluye que Hezbollah condena la postura de la nueva Secretaria General de la organización internacional. El partido considera que la petición de la organización de la ONU a las potencias occidentales, plantea un gran peligro que amenaza la seguridad internacional y la paz, e inspira a los poderes hegemónicos para seguir adelante con la violación de los derechos de los pueblos y las naciones que no cederán en la región.
En el informe, Ban criticó los informes de Beirut por no cumplir las promesas hechas desde 2010 para controlar las fronteras de Líbano, diciendo que el gobierno tiene una responsabilidad en el control de sus fronteras para impedir la entrada de armas en el país. También expresó su profunda preocupación por el aumento de los incidentes de seguridad en Líbano, señalando que grupos armados incontrolados y el continuo flujo de armas hacia Líbano sigue constituyendo una amenaza para el país.
Todas las observaciones realizadas por Ban se basan en hechos concretos, muchos de ellos se verán potenciados por la situación de inestabilidad que vive Siria; el flujo de armas hacia Líbano y fuera de éste se incrementará de acuerdo a la suerte que tenga el régimen y las fuerzas insurgentes. Por otra parte, Israel ha estado violando las fronteras, en el sur, de manera sistemática y ONU está al tanto de ello debido a las fuerzas de paz estacionadas allí; además la situación de la frontera marítima será una fuente de futuros conflictos por lo que se deberán implementar instancias de negociación de manera inmediata para reducir los factores de riesgo.
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