miércoles, 20 de agosto de 2014

No es solo propaganda



Durante un encuentro con las familias de los soldados retenidos por el Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS), el comandante del Ejército libanés, Gral. Jean Kahwagi Kahwagi, dijo que "el caso de los soldados desaparecidos es la principal prioridad de la dirección del Ejército y se mantendrá a la vanguardia de nuestras preocupaciones, hasta que alcanzamos la justicia y devolverlos a sus familias lo más pronto posible." De acuerdo con el Comité de Ulemas Musulmanes, que había mediado el alto el fuego y estaba negociando la liberación de los soldados, el Gobierno recibió una lista de demandas de los yihadistas; dichas demandas incluían la protección y la asistencia humanitaria a los refugiados sirios en Arsal, además de facilitar las medidas de seguridad alrededor de los campamentos de refugiados.

El embajador saudí en Líbano, Ali Awad Asiri, prometió el domingo que su país no permitirá a organizaciones terroristas como el ISIS que alterar la seguridad de Líbano, y precisó que la estabilidad del país era "una línea roja". El enviado saudita instó a los jóvenes musulmanes atraídos por el extremismo a adoptar la moderación, ya que "las armas y la fuerza no eran la solución”; Asiri sostuvo que las oportunidades de empleo debe ser creado para los jóvenes a fin de conducirlos fuera de las ideologías extremistas y expresó también su esperanza que el recién elegido Gran Mufti Abdel-Latif Deryan llevaría esfuerzos para promover "la retórica religiosa moderada."

Un dato que comienza a inquietar es que Hezbollah ha comenzado a enviar combatientes 16 años a los campos de batalla de Siria, una señal que el grupo chiita se extendió de más en la lucha contra los yihadistas sunitas en Siria y en su interés de mantenerse como reserva para un posible enfrentamiento futuro con Israel. Hasta ahora, Hezbollah había requerido a sus combatientes tener al menos 18 años de edad, por lo que una reducción de la restricción de edad podría indicar un apremio dentro de sus cuadros que luchan desde Aleppo -en el norte de Siria- a la provincia de Deraa -en el sur- así como el envío de asesores y formadores de los nuevos reclutas en los campos de batalla de Irak. 

La dirección del partido está manteniendo a sus combatientes más experimentados y específicamente entrenados para luchar contra Israel, en las unidades de misiles antitanque y equipos de cohetes de largo alcance. Pero la organización se encuentra ahora comprometida en una guerra contra los yihadistas sunitas en las montañas del Este de Líbano y en toda Siria, algo que está transformando lentamente el camino de lo que Hezbollah considera que su función militar. Hezbollah generalmente no revela detalles de su lucha en Siria, pero algunos de los dolientes en el funeral proporcionaron un relato de la batalla, que ofrece una rara visión de la intensa lucha que viven los cuadros: la unidad 40 Haret Hreik fue desplegada sobre una colina al Este de Nahle; pero la unidad Haret Hreik tardíamente se dio cuenta de que estaban mal preparados, sin munición suficiente y sin baterías en sus walkie-talkies. Tuvieron 10 muertos gracias a la rápida reacción de otras unidades de Hezbollah. 

Fuentes sobre el terreno en Siria dijeron a Al-Manar que el comandante del grupo ISIS en en Qalamoun, Abu Abdullah Al-Iraquí, murió en una operación llevada a cabo por el Ejército sirio. Además, las fuentes aseguraron que Al-Iraquí era una figura prominente responsable de la infiltración de terroristas suicidas y coches bomba a Líbano. 

El ISIS y Hezbollah pueden considerarse como actores no estatales, armados, con una ideología que prevalece sobre el Estado dentro de Medio Oriente. Pero cada uno tiene un patrón diferente y son, en extremo, opuestos: Hezbollah es un partido legítimo en Líbano, aunque la cuestión de las armas e ideología lo liberan de la toma de decisiones del Estado regular, al punto de llevar al país a una guerra como sucedió con Israel en 2006. Si Hezbollah renunciará a las armas, es difícil de establecerlo y dependerá del contexto político interno libanés.

En el fondo, Hezbollah actúa donde el Estado no puede o no quiere. Protege sus propios intereses cuando el gobierno no puede y los trata de alinear con una agenda nacional. Hezbollah puede hacer muchas cosas que el Ejército libanés no puede –como entrar y salir de Siria- además de no responder a un marco legal estricto. La cuestión de su capacidad operativa es superlativa y harto conocida, superando a las FFAA libanesas.

Cada actor, en Líbano, hace lo que puede. Hezbollah trata de mantener la guerra sunita-chiita fuera del país con los recursos que le llegan desde Irán, mientras que el Ejército libanés sigue esperando aumentar su capacidad para no ser Hezbollah-dependiente. Un dato inquietante de su situación: el Ejército libanés ha pedido a EE.UU. aviones de ala fija para utilizarlos como apoyo aéreo cercano en la lucha contra los yihadistas; el Ejército tiene sólo un Cessna Caravan 208B, equipado con misiles anti tanque Hellfire para atacar a las tropas de tierra que fue proporcionado en 2009. Pero Líbano se ve limitado en las tecnologías que puede adquirir de EE.UU., ya que Israel tiene un veto efectivo sobre las adquisiciones de armas por parte de Beirut. Entonces, Hezbollah y el rol del Estado ¿Ayuda o solo es propaganda?




No hay comentarios: