Los partidos que forman la Coalición 08 de Marzo apoyan abiertamente la protesta egipcia y ven como algo positivo a la finalización del régimen del presidente Hosni Mubarak, si bien se han abstenido de hacer denuncias concretas contra la persona de Mubarak y su gobierno. Las facciones que integran la Coalición 14 de Marzo consideraron mejor mantenerse al margen de la cuestión, a la que calificaron como una situación interna de Egipto.
Joseph Nehme, encargado de las relaciones exteriores del Partido Fuerzas Libanesas, dijo que su partido no tendría injerencia en un asunto interno egipcio. Nehme destacó el permanente apoyo de Mubarak a las posiciones del partido y de la Coalición 14 de Marzo; sin embargo, instó al gobierno egipcio a resolver los problemas económicos y que la voluntad popular debía prevalecer pero dentro del marco constitucional.
Ayman Jezzini, portavoz del Movimiento del Futuro, dijo que su partido no emitiría una declaración sobre los acontecimientos en Egipto, ya que rechazó cualquier intervención en los asuntos egipcios de la misma manera que desde Líbano se pide que nadie interfiera en sus asuntos internos.
Serge Dagher, portavoz del partido Kataeb (Falange), dijo que el partido estaba con el derecho del pueblo a la autodeterminación, pero que no era intención del partido interferir en un asunto interno egipcio cuando hay demasiados problemas dentro de Líbano.
Hezbollah había expresado su posición sobre las manifestaciones a comienzos de semana, cuando el jeque Naim Qassem, Subsecretario general del Partido, había saludado la resistencia del pueblo egipcio.
Nabih Berri, vocero del Parlamento y líder de Amal, dijo que la Historia será implacable con cualquier líder que esté en contra de su pueblo y que se debía aprender, en la región, que la verdadera posición deriva de la gente y que esta era es de la democracia.
Pierre Raffoul, representante del Movimiento Patriótico Libre, remarcó que el movimiento apoyó la dimisión inmediata de Mubarak y agregó que esa posición fue anunciada por el Gral. (R) Aoun ya que estos regímenes no representan la voluntad de su pueblo.
Walid Jumblatt, líder del Partido Socialista Progresista, ha sido crítico del régimen y su presidente desde hace mucho tiempo, después de un período anterior de las buenas relaciones. Jumblatt reiteró su llamado a Mubarak para que dimita, ya que según su posición, Egipto y su pueblo merecen libertad, pan y una vida digna después de años de opresión; por otra parte consideró que todos los grupos políticos deben participar en la vida política egipcia, basada en una nueva fórmula determinada por el propio pueblo.
Jumblatt también fue categórico al señalar que Occidente solo está interesado en servir a los intereses de Israel y asegurarse que cualquier nuevo presidente de Egipto no abandone el tratado de paz con Israel; e instó a los Estados del Golfo Arábigo a proporcionar ayuda financiera a Egipto para evitar que los EE.UU. “encarcelen a Egipto bajo la consigna de que lo apoyan."
Khaled Hadadeh, líder del Partido Comunista Libanés, expresó su apoyo sin reservas a los manifestantes egipcios para derrocar, al que él calificó, como un régimen de dependencia, traición y empobrecimiento. En una declaración emitida en la sede del Partido Comunista en Beirut, se describió al levantamiento en Egipto como parte de un movimiento nacionalista que "espera con interés un renacimiento árabe completo después de la orden estatal árabe oficial no llegó a cumplir las ambiciones del pueblo árabe en la liberación, el progreso y la unidad".
A pesar de las posturas de los principales partidos políticos, ninguno ha animado activamente a sus seguidores a participar masivamente en las manifestaciones que se han celebrado frente a la embajada egipcia en Beirut donde más de 100 manifestantes se enfrentaron brevemente con la policía luego de que intentaron romper el cordón de seguridad alrededor de la misión diplomática. La manifestación frente a la Embajada fue organizada por activistas de izquierda, muchos de los cuales llevaban retratos del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, banderas egipcias y del Partido Comunista.
Joseph Nehme, encargado de las relaciones exteriores del Partido Fuerzas Libanesas, dijo que su partido no tendría injerencia en un asunto interno egipcio. Nehme destacó el permanente apoyo de Mubarak a las posiciones del partido y de la Coalición 14 de Marzo; sin embargo, instó al gobierno egipcio a resolver los problemas económicos y que la voluntad popular debía prevalecer pero dentro del marco constitucional.
Ayman Jezzini, portavoz del Movimiento del Futuro, dijo que su partido no emitiría una declaración sobre los acontecimientos en Egipto, ya que rechazó cualquier intervención en los asuntos egipcios de la misma manera que desde Líbano se pide que nadie interfiera en sus asuntos internos.
Serge Dagher, portavoz del partido Kataeb (Falange), dijo que el partido estaba con el derecho del pueblo a la autodeterminación, pero que no era intención del partido interferir en un asunto interno egipcio cuando hay demasiados problemas dentro de Líbano.
Hezbollah había expresado su posición sobre las manifestaciones a comienzos de semana, cuando el jeque Naim Qassem, Subsecretario general del Partido, había saludado la resistencia del pueblo egipcio.
Nabih Berri, vocero del Parlamento y líder de Amal, dijo que la Historia será implacable con cualquier líder que esté en contra de su pueblo y que se debía aprender, en la región, que la verdadera posición deriva de la gente y que esta era es de la democracia.
Pierre Raffoul, representante del Movimiento Patriótico Libre, remarcó que el movimiento apoyó la dimisión inmediata de Mubarak y agregó que esa posición fue anunciada por el Gral. (R) Aoun ya que estos regímenes no representan la voluntad de su pueblo.
Walid Jumblatt, líder del Partido Socialista Progresista, ha sido crítico del régimen y su presidente desde hace mucho tiempo, después de un período anterior de las buenas relaciones. Jumblatt reiteró su llamado a Mubarak para que dimita, ya que según su posición, Egipto y su pueblo merecen libertad, pan y una vida digna después de años de opresión; por otra parte consideró que todos los grupos políticos deben participar en la vida política egipcia, basada en una nueva fórmula determinada por el propio pueblo.
Jumblatt también fue categórico al señalar que Occidente solo está interesado en servir a los intereses de Israel y asegurarse que cualquier nuevo presidente de Egipto no abandone el tratado de paz con Israel; e instó a los Estados del Golfo Arábigo a proporcionar ayuda financiera a Egipto para evitar que los EE.UU. “encarcelen a Egipto bajo la consigna de que lo apoyan."
Khaled Hadadeh, líder del Partido Comunista Libanés, expresó su apoyo sin reservas a los manifestantes egipcios para derrocar, al que él calificó, como un régimen de dependencia, traición y empobrecimiento. En una declaración emitida en la sede del Partido Comunista en Beirut, se describió al levantamiento en Egipto como parte de un movimiento nacionalista que "espera con interés un renacimiento árabe completo después de la orden estatal árabe oficial no llegó a cumplir las ambiciones del pueblo árabe en la liberación, el progreso y la unidad".
A pesar de las posturas de los principales partidos políticos, ninguno ha animado activamente a sus seguidores a participar masivamente en las manifestaciones que se han celebrado frente a la embajada egipcia en Beirut donde más de 100 manifestantes se enfrentaron brevemente con la policía luego de que intentaron romper el cordón de seguridad alrededor de la misión diplomática. La manifestación frente a la Embajada fue organizada por activistas de izquierda, muchos de los cuales llevaban retratos del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, banderas egipcias y del Partido Comunista.
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