Elías Murr
Fuentes del Ministerio de Defensa libanés afirmaron que Rusia no pondrá condiciones políticas para una futura provisión de equipamiento militar a las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). Estas declaraciones se conocieron al finalizar una reunión que mantuvieron Mikhail Dimitriev, Jefe de Cooperación Militar de Rusia y el Ministro de Defensa de Líbano, Elias Murr quien adelantó: "No hay ningún obstáculo en términos de equipos para el Ejército. Nos preparamos para visitar Rusia la próxima semana."
Los comandantes de las FAL no han llegado a un acuerdo acerca de que tipo de armas les gustaría obtener de Rusia, pero dijeron que se encontrarán con Murr antes de su viaje a Moscú, programado para el 15 de diciembre, para entregarle sus peticiones.
El viaje de Murr a Rusia no es la única visita libanesa que han recibido los rusos recientemente. A mediados de noviembre el líder de la mayoría parlamentaria, Saad Harirri, visitó Rusia donde aparentemente realizó controversiales declaraciones publicadas por medios rusos que consignaban el ofrecido del reconocimiento libanés a Rusia por la separación de las provincias georgianas del Ossetia del sur y Abjasia.
Además la agencia rusa de noticias Interfax citó la opinión de Hariri respecto a la oferta norteamericana de equipos militares diciendo que el apoyo estaba limitado solo a armamento liviano y que Líbano necesita un proveedor de equipos militares más poderoso que incluyan tanques y artillería.
Dimitriev dijo que Rusia desea fomentar la estabilidad regional y para considera muy importante ver fuertes a las FAL. Además Moscú desea "proporcionar un nuevo pulso a las relaciones bilaterales en el campo militar y técnico” señaló el funcionario ruso.
La administración libanesa ha realizado una serie de consultas para su re-equipamiento militar con múltiples proveedores para una de las mayores compras militares desde la década de los ´80.
Los EE.UU. fueron consultados por los funcionarios libaneses la semana pasada acerca de las posibilidades de transferencia de materiales; el Pentágono enmarcó una posible ayuda a las FAS dentro de un plan para estabilizar al gobierno central en su intento por controlar la totalidad del territorio libanés y combatir a las milicias armadas de Hizbullah. El Pentágono insistió que la política de refuerzo de las FAL dentro del país, no crearía un monstruo que podría desafiar la estabilidad regional en particular y que no suministrarían armas que desafiaran cualitativamente el arsenal de Israel.
El Presidente Michel Sleiman consultó la semana pasada al Ministro de Defensa alemán, Franz Josef Jung, para explorar la posibilidad de adquirir tanques. Pero los funcionarios alemanes han anticipado que la petición tiene pocas posibilidades de prosperar debido a que la legislación nacional previene las ventas de armas para zonas en conflicto.
Otro proveedor de equipos – Irán - fue visitado a fines de noviembre por Sleiman, quien aseguró que había llegado a un acuerdo con funcionarios de defensa en Teherán para el suministro de cohetes de alcance medio y otras armas pesadas a las FAL.
Finalmente, Siria fue visita por Jean Kahwaji, el comandante de las FAL, donde mantuvo reuniones con el presidente sirio Bashar Assad hablar de cooperación militar.
Líbano esta impulsando un fuerte re-equipamiento de las FAS con diversos proveedores y sistemas muy disímiles entre sí, esto suscita una serie de interrogantes.
Si bien esta forma de adquisición de equipamiento militar asegura un permanente flujo de materiales, al no estar sujetos a un solo proveedor, genera en cambio profundas dificultades en la logística del mantenimiento de los mismos ya que – por ejemplo - no son compatibles los sistemas rusos con los norteamericanos; además se crea una posterior dependencia con el proveedor para la capacitación de los operadores de los diferentes tipos de sistemas y complica también sus posteriores mejoras o desarrollos al no mantener una línea estándar de equipos.
Por otro lado, tampoco queda en claro la finalidad que el gobierno le dará a los nuevos equipos que intenta comprar. Si el principal objetivo es combatir a los milicianos de Hizbullah, la adquisición de más equipos no aumentará su capacidad sin un entrenamiento y organización adecuados; esta capacidad sí la tiene Hizbollah y la ha demostrado en 2006 al contener los ataques israelíes como si fuesen fuerzas regulares.
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