Estados Unidos envió un paquete de ayuda a los militares libaneses para hacerlos operativamente capaces de controlar su territorio, dentro del compromiso asumido por Washignton para estabilizar la región. Chris Straub, Vice-Secretario Asistente de Defensa para Asuntos del Cercano Oriente y Sudeste Asiático de EE.UU., señaló que el primer paso de la ayuda norteamerica para el re-equipamiento libanés comenzó a fines del conflicto con Israel en 2006. Esta ayuda incluyó además de equipos un entrenamiento para su uso. "Los militares libaneses necesitaron mucha ayuda. Necesitaron camiones, Humvees, repuestos, municiones y armamento sofisticado de alta cualidad" dijo el funcionario del Pentagono.
Uno de los suministros más importantes lo constituye el tanque M-60 de fabricación norteamericana; en un comunicado de prensa del Pentágono aseguró que no era competencia o rival alguno para el Merkava IV, el principal tanque de batalla israelí.
Tanque M-60
Desde 2006, EE.UU ha enviado regularmente equipos militares por más de u$s 400 millones a las Fuerzas Armadas Líbanesas (FAL). Estos envíos incluyen 200 camiones pesados, 285 Humvees, quedando pendientes 312 para marzo de 2009. También se proporcionaron piezas de artillería helitransportables, entre las cuales se destacan 40 Howitzer M-198 de 155 mm. Adicionalmente serán enviados equipos de visión nocturna y aviones no tripulados para reconocimiento e Inteligencia.
El apoyo de EE.UU a las fuerzas de seguridad libanesas se enmarca en un proyecto más ambicioso que es el de sostener al gobierno libanés y debilitar las bases locales de poder de Hizbullah, ampliamente el mejor grupo armado, entrenado y poderoso dentro del país.
Straub remarcó el interés de EE.UU para contribuir al afianzamiento de las FAL como único poder militar dentro de Líbano. "Esto es parte de la política nacional para que Líbano sea soberano, para que Líbano sea independiente. Parte de esto es ayudar a las FAL a aumentar su capacidad, para que entonces el gobierno libanés pueda ser soberano en todo su territorio", dijo el funcionario.
Por otra parte el funcionario norteamericano admitió, que teniendo en cuenta la capacidad y poder Hizbullah, completar este objetivo llevaría tiempo. La estabilización de todo el territorio libanés "no va a pasar mañana, o quizás el próximo año, pero es nuestro objetivo."
Los comentarios de Straub ocurren cuando el General Daniel Petraeus - máximo estratega norteamericano en Iraq y ahora Comandante del Comando Central - visitó inesperadamente Beirut el martes pasado. Durante su permanencia, el Gral. Petraeus se reunió con el Primer Ministro Fouad Siniora y el Jefe del Ejército, Jean Khawaji. En las reuniones, Petraeus trató las cuestiones referidas a la cooperación militar entre Beirut y Washington.
De las afirmaciones de Straub, se desprende claramente que ninguna decisión tomada desde el Departamento de Estado norteamericano es tomada sin consultar antes la perspectiva de Israel en estos asuntos. "No mantenemos negociaciones sobre estos asuntos sin considerar las preocupaciones de Israel. Este es un compromiso que tomamos muy seriamente."
Cualquier arma que los EE.UU proporcionen a Líbano está orientada a reforzar al ejército dentro del país, no regionalmente. "No tratamos crear un monstruo que pueda amenazar a alguien en la región, pero sí queremos hacer a las FAL capaces en su propio país."
Resulta evidente, al analizar el tipo de armamento cedido, que el mismo no representa una amenaza para la región. Por ejemplo los tanques M-60 se fabricaron hasta mediados de los ´80 y son ampliamente superados por los Merkava IV en capacidad de protección y de calibre de arma central.
Todo parecería indicar que el principal objetivo es fortalecer a las FAL para que puedan eventualmente controlar a Hizbullah y por ende al territorio libanés. Algo bastante lejano, no solo desde el punto de vista militar sino por la creciente influencia de este grupo en el gobierno.
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