miércoles, 12 de marzo de 2014

Hezbollah y la confusión regional




En Líbano, el comité ministerial encargado de la redacción de la Declaración de Política del nuevo gabinete no pudo romper un punto muerto sobre la cláusula de la resistencia durante su última sesión el martes con el tiempo corriendo por delante de la fecha límite para el 17 de marzo. El Primer Ministro, Salam Tammam, decidió remitir la discusión de la comisión al Consejo de Ministros y después de informar al presidente, Michel Sleiman, llamó a una reunión de gabinete para el jueves 13 de marzo, donde se revisará lo que el comité discutió y tomará la decisión adecuada. El Comité Ministerial tiene hasta el 17 de marzo para finalizar el proyecto de Declaración de la Política o el presidente estaría obligado -en virtud de la ley- a iniciar una nueva ronda de consultas parlamentarias para nombrar a un nuevo primer ministro.

Líbano ha visto un aumento en los ataques suicidas este año, con 7 ataques desde el 1º de enero. 3 ocurrieron en los suburbios del sur conocida como Dahiyeh, ahora un importante objetivo de los grupos extremistas suníes; los grupos pro Al-Qaeda -Jabhat Al-Nusra, Brigadas Abdullah Azzam y el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS)- han afirmado la responsabilidad de la mayor parte de los atentados como parte de su reclamo para que Hezbollah retire a sus militantes de Siria. Los residentes de las zonas chiitas libanesas se preparan para más ataques de represalias, mientras Hezbollah entra en otra gran batalla en la guerra civil siria, junto a las fuerzas de Al-Assad en su intento de asegurar la ciudad fronteriza de Yabroud.

Fuentes militares israelíes sostienen que Hezbollah también está adquiriendo experiencia en el campo de batalla sirio, además de contar con el suministro de armas sofisticadas. Gabi Siboni, Director del Programa de Asuntos Militares y Estratégicos en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad de Tel Aviv, sostiene que "Es un factor adicional que vamos a tener que tratar. No hay sustituto para la experiencia, y no es para despreciarla"; el Ejército israelí planificaba para una batalla de blindados convencional - tanques contra tanques- pero ahora debe entrenar a sus fuerzas para resistir los combatientes que tienen misiles antitanque y escondites secretos subterráneos, además en los últimos dos años, gran parte del Ejército israelí se ha movido al desierto del sur de la región de Galilea, donde el terreno es similar a la de Líbano y Siria.

Pero la guerra civil siria también ha infringido duros costos para Hezbollah. Páginas de Facebook y sitios web afiliados a Hezbollah se han inundado con las fotos de los jóvenes en su mayoría combatientes muertos, con los familiares y simpatizantes alaban su "martirio"; mientras que Hezbollah anunció la muerte de 15 de sus combatientes -en lo que va de marzo- en la zona fronteriza de Yabroud, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señala que el grupo chiita perdió 120 combatientes. Una fuente cercana a Hezbollah, dijo que alrededor de 500 combatientes de Hezbollah habían muerto en Siria desde que se unieron a las filas del presidente Al-Assad hace más de un año.

Líbano, aunque eternamente rebelde, hasta el momento ha demostrado su resistencia interna al caos. Su gobierno, en el que Hezbollah tuvo una participación activa para su construcción, se ha comprometido a mantenerse fuera del conflicto sirio, pero ya es una ilusión insostenible. Con los grupos rebeldes que operan en Siria atacando a los pueblos libaneses cercanos a la frontera y las fuerzas del presidente Al-Assad violando el territorio libanés y los radicales pro Al-Qaeda bombardeando los bastiones civiles chiitas, la tensión irá en aumento; a este escenario se le suman las incursiones israelíes y sus movimientos en medio de una frontera mal marcada. 

Hezbollah tiene dos frentes: uno doméstico y otro externo. En el frente interno, el objetivo del gobierno del PM Salam de crear un consenso lo desgastó rápidamente imposibilitando que intente presionar a Hezbollah para que apruebe una Declaración; así el nuevo gobierno seguirá siendo interino y sus ministros no llegarán a ningún acuerdo, todo indica que Salam dará cierta legalidad para que se llegue a las elecciones presidenciales de mayo sin un vacío de poder pero sin un gobierno que debilite al partido chiita mientras combate en Siria. 

El punto de conexión de ambos frentes es que mientras el conflicto sirio siga, Hezbollah mantendrá a sus combatientes en Siria y la población libanesa –especialmente los chiitas- seguirán recibiendo coches bombas y atentados masivos. Hezbollah ha ganado más capacidad militar y confianza con su intervención en Siria, pero sigue sin resolver su contradicción interna de ser un Estado dentro del Estado y si no es el presidente Sleiman será el siguiente u otro quien cuestione –junto a los partidos sunitas y algunos partidos cristianos- las armas en su poder. Por el momento, la división planteada por el grupo chiita entre los partidos cristianos le ha funcionado, pero las alianzas no son eternas.

Basada en el principio "Si usted quiere saber lo que está sucediendo en Líbano, lo que tiene que saber es lo que está sucediendo en el mundo árabe”, se explica la subida del gobierno de coalición vinculada la desorientación y la confusión de Hezbollah. No es una coincidencia que Hezbollah aceptó entregar los Ministerios de Justicia y Seguridad a los ministros del Movimiento Futuro, se recurre a la aceptación de las implicaciones claras en torno a la necesidad de moderación sunita frente al extremismo. Tampoco es una coincidencia que Hezbollah entregó el Ministerio de la Defensa a un ministro del equipo del presidente Sleiman, quien facilitó la comunicación con Arabia Saudita a fin de asegurar el apoyo financiero y los recursos necesarios para armar al Ejército libanés en su misión de hacerle frente a las amenazas terroristas .


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