martes, 11 de febrero de 2014

¿Salam espera un guiño saudita?




Todos los indicios apuntan a que un gobierno político multipartidario no se formará en breve, dado que el tema de la rotación de las carteras ministeriales claves sigue sin resolverse. Los contactos entre las figuras políticas de cada secta han llegado a un punto muerto y las nuevas propuestas chocan con la intransigencia del líder del Movimiento Patriótico Libre (MPL), Michel Aoun, quien está en contra de la rotación ministerial; el líder cristiano se niega a ceder en su oposición al concepto de rotación de las carteras ministeriales en un gabinete sobre la base de una formación 8-8-8. 

Aoun está firmemente convencido que el líder del Movimiento Marada, Suleiman Franyieh , el Partido Tashnag, Hezbollah y el Movimiento Amal retirarán a sus ministros en una muestra de solidaridad con él. Fuentes cercanas a Aoun, sostienen que el socialista Walid Jumblatt haría lo mismo, no por solidaridad con Aoun, sino porque se había comprometido a que no iba a participar en cualquier gabinete si el presidente del parlamento, Nabih Berri, estaba fuera del mismo. Dada la postura inflexible de Aoun, al PM designando, Tammam Salam solo le quedaría con la opción de ir adelante con un gobierno multipartidario sin el MPL. Sin embargo, los partidos Aoun y de la Coalición 08 de Marzo han advertido de las consecuencias de la formación de un gobierno sin consenso.

El líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, elogió la Carta Nacional que dio a conocer la Iglesia maronita diciendo que iba en contra de las prácticas y la ideología de Hezbollah e instó a figuras políticas libanesas a que apliquen plenamente el documento. Geagea dijo que "No podemos hablar de libertad después de 17 asesinatos e intentos de asesinato contra un grupo específico, el 14 de Marzo (…) ¿Qué clase de gobierno estamos discutiendo cuando vemos eventos como los del 7de mayo? ¿A alguien llama la atención un golpe a esta libertad?", refiriéndose a los enfrentamientos callejeros entre partidarios del gobierno y partidarios de Hezbollah en Beirut en 2008; también dijo que Hezbollah había violado el principio de igualdad de participación previsto en la Constitución, cuando decidió unilateralmente enviar combatientes a Siria.

Ghazanfar Roknabadi, embajador de Irán en Líbano, durante un encuentro con periodistas en la víspera del 35º aniversario de la Revolución Islámica, dijo que las recientes medidas por parte de Arabia Saudita sugieren un cambio en la política exterior de Riad y que predijeron un acercamiento entre Teherán y Riad. El enviado iraní también expresó su optimismo sobre la formación de un gobierno de unidad en Líbano, pero advirtió que un fracaso podría poner en peligro la próxima elección presidencial.

El presidente libanés, Michel Sleiman, confirmó a través de Twitter que "la formación del gabinete se ha convertido en una necesidad apremiante", subrayando que "no hay razón para que no se forme (…) Tenemos que demostrar que podemos construir el Estado, forma gabinetes, elegir presidentes, parlamentos, rechazar la extensión de los plazos, recurrir al Consejo Constitucional y abstenerse de boicotearlo”.

Por otra parte, la tensión fue en aumento en Sidón después que carteles y pancartas para conmemorar el 9º aniversario del asesinato del ex PM Rafik Hariri fueron derribados por hombres no identificados. La policía ha iniciado una investigación sobre el incidente durante la noche, el hecho enfureció a muchos de los residentes de la ciudad y un alto funcionario del Movimiento del Futuro -en el sur del Líbano- dijo que el retiro de los carteles tenía como objetivo alimentar la tensión en Sidón, donde la familia Hariri goza de un amplio apoyo.

Un diplomático árabe en Beirut dijo que un gobierno que satisfaga a las distintas facciones políticas en el país era todavía posible. Según el diplomático, hay que ver el cambio de postura de Arabia Saudita en los asuntos regionales -incluida la situación en Líbano- un cambio que ayude a iniciar la aplicación de soluciones a los conflictos de Oriente Medio, especialmente antes de la visita prevista del presidente de EE.UU. Barack Obama a Riad a mediados de marzo. Obama desea discutir temas regionales, económicos, de seguridad y comerciales con funcionarios sauditas, junto con acontecimientos en Siria y Líbano; el decreto real del Rey Abdullah castigando a sus ciudadanos que luchan en conflictos extranjeros y a las actividades terroristas que financian es un indicio que el Reino está cambiando su posición. 




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