viernes, 7 de febrero de 2014

Cuando la política es insegura para el país



Partidarios de Hezbollah están presionando a la dirección del partido para que adopte medidas directas para frenar la ola de ataques suicidas en las zonas chiitas del país. El silencio de Hezbollah en los últimos días, junto con las demandas de sus seguidores, sugiere que el partido podría estar a punto de lanzar una acción ofensiva –sumada a sus actuales medidas defensivas- en las áreas bajo su influencia; Hezbollah puede actuar con rapidez y crueldad cuando siente que sus intereses se ven amenazados –como lo hizo en mayo 2008 cuando la Coalición 14 de Marzo quiso desmantelar su red de comunicaciones- pero el adversario que Hezbollah enfrenta hoy en día es más nebuloso y requiere un enfoque diferente: cualquiera que sea la acción, no podrá inflamar aún más las tensiones entre sunitas y chiitas en el Líbano, algo complejo en sí mismo.

En un comunicado difundido luego de su reunión semanal, los seguidores de Saad Hariri señalaron que "El bloque del Futuro insta a Irán a mantener sus manos fuera de Líbano y dejar de arrastrar a Hezbollah aún más en el lodazal de Siria, sobre todo porque los acontecimientos indican una crisis prolongada en Siria que no va a producir ningún ganador (…) La única solución realista sería que el Ejército libanés, respaldado por las Fuerzas de Paz de la ONU, se desplieguen a lo largo de la frontera con Siria para controlar las fronteras en todas las direcciones y evitar cualquier violación, independientemente de qué lado sea (…) el terrorismo se dirige a todo el Líbano y todos los libaneses. La única manera de luchar contra el terrorismo es a través de una solución nacional ya sea a través de las instituciones del Estado constitucional, así como de los aparatos de seguridad y militares que implementan la soberanía del Estado sobre todo el territorio libanés, con el apoyo de todo el pueblo libanés”.

El Jefe del Ejército, Gral. Jean Kahwagi, afirmó que el ejército seguiría siendo el garante de la estabilidad de Líbano en la cara de los desafíos de seguridad y la incertidumbre política que incluye el destino de las elecciones presidenciales. Kahwagi dijo que el Ejército en los últimos meses estaba dedicando su atención hacia la lucha contra el terrorismo y destacó que los militares estaban intensificando estos esfuerzos con el fin de "detener a estas células terroristas y apretar la soga alrededor de todos los grupos sospechosos”

La formación del Gabinete alcanzó un nuevo obstáculo, luego que Hezbollah expresar su objeción a la atribución de dos Ministerios de seguridad a la Coalición 14 de Marzo. La concesión de la Secretaría de Gobernación al PM designado, Tammam Salam, sería deshacer todo el progreso logrado en las negociaciones sobre la distribución de las carteras soberanas ya que haría imposible la concesión de la Cancillería al Movimiento Patriótico Libre, de Michel Aoun como los ofrecidos por Salam anterior esta semana. El Ministerio de Relaciones Exteriores, en este caso iría a la Coalición 14 de Marzo, junto con el Ministerio de Defensa; según fuentes cercanas a la negociación, Hezbollah se opuso conceder el Ministerio del Interior al Movimiento Futuro y el Ministerio de Defensa a otro aliado de la Coalición 14 de Marzo y propuso concederle el Ministerio del Interior a un ministro leal al PM designado Salam.

El Patriarca Maronita, Beshara Rai, dijo esta semana que "Elegir a un nuevo Presidente como el nuevo jefe de Estado y el protector de la Constitución dentro del plazo legal y sin ningún tipo de debates sobre la constitucionalidad del proceso es una condición primaria sin la cual no habrá ningún estado o futuro (…) Los mejores ejemplos de ello son la falta de acuerdo sobre una ley electoral justa, la falta de la celebración de elecciones parlamentarias en tiempo, la incapacidad para formar gobiernos en un plazo razonable y los temores de un vacío en la presidencia."

Nabih Berri, presidente del parlamento, ejerció un gran esfuerzo en los últimos diez meses para formar el gabinete y dijo "No entiendo la razón de estos obstáculos" luego de reiterar que él ya no iba a interferir en el proceso de formación de gobierno y que él le sugirió que al PM designado continúe con sus esfuerzos para superar los obstáculos. Berri fue consultado sobre la postura de Amal respecto al pedido de los ministros de Hezbollah y Aoun -que boicotearon el gabinete- y precisó que "No voy a responder a esta pregunta ahora, porque en primer lugar me gustaría ver en resultado final y comprobar su constitucionalidad para tener una postura final”.

La duda es si Hezbollah está empujando Aoun a mantenerse firme en su oposición respecto a la rotación, debido a que el partido no estaba interesado en tener un nuevo gobierno en el primer lugar, o si Hezbollah está apostando a que el PM interino, Najib Mikati, pueda sostener la situación para llegar a las elecciones presidenciales sin tanto desgaste. Resulta evidente que Hezbollah no quiere la rotación de los ministerios, pero debe hacerlo para contener la violencia sectaria interna, y tal vez responda también a una petición del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní. 



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