jueves, 15 de noviembre de 2012

Todos tienen derecho a armarse en Líbano


Las tensiones entre sunitas y chiitas dentro de Líbano han ido en aumento desde que el jeque Ahmad Al-Asir comenzó a amenazar públicamente al poderoso jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en medio de crecientes temores sobre un contagio de los enfrentamientos sectarios de Siria.

Al-Asir con frecuencia se refiere a Hezbollah como "el partido de las armas" tras la negativa del movimiento chiita a entregar sus arsenales al Estado libanés; Hezbollah es la única facción libanesa a la que se le permitió conservar sus armas después del final de la guerra civil libanesa y el grupo sostiene que necesita las armas para la resistencia contra Israel, superando el poder del propio ejército libanés. Las crecientes tensiones entre los partidarios de Nasrallah y Al-Asir han causado alarma en los círculos políticos libaneses, al punto que el ministro del Interior, Marwan Charbel, pidió a ambas partes a que restablezcan la calma.

El Muftí del Monte Líbano, Sheikh Mohammad Ali Jouzo, dijo que Dar Al-Fatwa -la máxima autoridad religiosa sunita en Líbano- no pudo evitar que el jeque salafista Ahmad Al-Asir arme a sus partidarios ya que “mientras haya armas ilegales en Líbano, todo el mundo tiene derecho a adquirir armas" y agregó que Dar al-Fatwa, a pesar del hecho de que está en contra de las armas, no se puede rechazar la solicitud de Asir de poseer armas cuando "Hezbollah, el Movimiento Amal, el sirio Partido Nacional Socialista y el Partido Baa’th las tienen".

El presidente libanés, Michel Sleiman, convocará a funcionarios policiales y militares para discutir la seguridad en el país luego de los enfrentamientos del fin de semana se cobró la vida de tres personas en Sidón; la reunión del Consejo Superior de Defensa viene después de un enfrentamiento armado en el barrio Taamir -de Sidón- el pasado domingo entre Hezbollah y los partidarios del predicador salafista Ahmad Al-Asir que se cobró tres vidas e hirió a cinco personas; la reunión de emergencia del Consejo también se produce después de la explosión en Taamir, causando daños considerables a las viviendas y coches.

Las autoridades palestinas están preocupadas por la creciente tensión sectaria en el barrio Taamir, una zona pobre y densamente poblada de Sidón, que alberga tanto a sunitas como a chiitas y está al lado del campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh. El temor radica en que las tensiones se extiendan sobre el campamento, que también alberga a facciones rivales palestinas –algunas de ellas con elementos extremistas- y quizás a la propia ciudad de Sidón. Sheikh Jamal Khattab, líder del Movimiento Islámico Yihadista, dijo que su grupo está trabajando en la prevención de la erupción de conflictos entre sunitas y chiitas; del mismo modo, los funcionarios de Usbat Al-Ansar, un grupo islamista en el campamento, dijo que sólo podían intervenir en eventos locales con el fin de restablecer la paz y por ello sus comandantes no han estado haciendo apariciones en los medios durante los últimos días.

Al-Assir no es Nasrallah y el tomará un tiempo acercarse mínimamente al poder y capacidad de Hezbollah, pero supone un desafío para la política y el gobierno libanés el argumento de armarse ya que Hezbollah no ha entregado sus armas oponiéndose incluso a dialogar sobre la posibilidad. Que Al-Assir haya propuesto la posibilidad que los sunitas se armen, es una peligrosa señal del grado de tensión dentro del escenario libanés, exponiendo los deseos de algunos sectores de terminar con el dominio de Hezbollah.


No hay comentarios: