jueves, 11 de septiembre de 2014

La estrategia de Obama contra ISIS, ¿Y Líbano?


El presidente Obama autorizó anoche una importante expansión de la campaña militar contra los yihadistas del ISIS que incluyen ataques aéreos estadounidenses en Siria y el despliegue de 475 asesores militares más en Irak. Además, Obama trató de disipar los temores que EE.UU. se embarque en una nueva guerra regional y señaló que estaba reclutando una coalición mundial para "degradar y destruir en última instancia a los militantes del ISIS”; además advirtió que "la erradicación de un cáncer como el ISIS era un reto a largo plazo que pondría algunas tropas estadounidenses en riesgo”.

Buscando evitar los errores percibidos de la era Bush y para minimizar los riesgos, Obama presentó un plan que basado en una coalición de Estados para poner en común sus recursos contra el ISIS. A partir de cuatro elemento -ataques aéreos, más apoyo a las fuerzas de tierra (no estadounidenses), esfuerzos para luchar contra el terrorismo y aumentar la asistencia humanitaria- Obama anunció una estrategia que será reforzada por una reunión del Consejo de Seguridad al respecto. Aviones no tripulados, compartir Inteligencia y una participación limitada de operaciones especiales han golpeado quirúrgicamente al ISIS, pero no han jaqueado su capacidad de expandirse. El discurso de Obama no fue la presentación de una estrategia -metas alcanzables y un plan para llevarlas a cabo que responda a los intereses nacionales- sino que fue una mera lista de pasos a seguir.

El canciller de Líbano, Gebran Bassil, advirtió en su discurso dirigido a los ministros de relaciones exteriores de Estados árabes –incluyendo a Arabia Saudita, Qatar y Jordania- así como el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que "La prioridad es erradicar ISIS y no sólo reducir su tamaño o contenerlo (…) ISIS no debería existir en absoluto, y su ideología debe desaparecer y desaparecerá (…) Los actos terroristas han golpeado a nuestras puertas, y pronto alcanzarán sus fronteras (…) Dado que el elemento tiempo es crucial, se ha hecho necesario que todos nosotros cometemos el soporte en estos momentos (…) Ningún Estado deben dejarse de lado en la guerra contra ISIS, porque no hay excusa ni justificación para eso (…) Las fronteras están en peligro de extinción, y también los Estados. Las minorías están amenazadas, y también todas las sociedades y componentes de la región. Todos los creyentes en Dios se ven amenazados, y como también raza humana."

El ISIS ha establecido más de 40 células encubiertas en Líbano, de acuerdo a información de Inteligencia obtenida por un organismo de seguridad, lo que aumenta el temor de que nuevos ataques terroristas pueden estar en el horizonte. Se cree que cada célula tiene de 3 a 4 integrantes de nacionalidad libanesa, siria, palestina, jordana o iraquí que han sido altamente entrenados con armas de fuego, cinturones de explosivos, minas terrestres y otras armas; los miembros de una célula fueron capacitados en Siria -Aleppo y Deir Ezzor- y en Líbano –Bekaa, Iqlim al-Kharroub, Akkar y Naameh- por soldados que desertaron del Ejército sirio y libanés y palestino.

Ali Fayyad, parlamentario de Hezbollah, precisó que el partido está listo para enfrentarse a los grupos yihadistas en defensa de Líbano. El parlamentario dijo que Hezbollah está decidido a luchar contra los grupos Takfiris si la situación interna empeora "bajo una amenaza directa" del ISIS. Por el momento, Hezbollah se reserva un “papel de apoyo” para brindar protección a los pueblos fronterizos, especialmente a los cristianismos y drusos. Fayyad desestimó que Hezbollah sea un ejército de protección las minorías de Líbano, y que en todo caso, esto no anula la función del Estado que es proteger a los ciudadanos.

El papel de Hezbollah y del Ejército libanés ahora está en medio de la controversia derivada la violencia que se ha extendido en Líbano desde que los yihadistas decapitaron a un soldado sunita y a otro chiita. La primera repercusión fue una ola de secuestros en la Bekaa, que rápidamente fue contenida por las fuerzas de seguridad; muchos de los barrios de Beirut se definen de acuerdo a la religión y secta, y en las últimas semanas bandas de hombres han estado patrullando los barrios en busca de personas que no residen allí, por lo que cualquier incidente menor podría desatar la violencia sectaria.

Mientras el presidente de EE.UU., Barack Obama, presenta su nueva campaña militar contra el ISIS, Líbano ya está luchando contra el grupo en las montañas Qalamoun que flanquean su frontera con Siria. El Ejército libanés y Hezbollah están sumidos en una guerra esporádica contra los yihadistas; el punto es que Obama busca aliados contra el ISIS –como Líbano- pero no quiere cooperar con Siria –otro Estado involucrado en la lucha anti ISIS- y no le suministra a las FFAA libanesas los equipos necesarios por su enfrentamiento con Israel.

¿Cómo podrá la estrategia de Obama derrotar al ISIS de esta manera?


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