miércoles, 29 de enero de 2014

Aoun, el aliado incómodo de Hezbollah


Se espera que el PM designado, Tammam Salam, se reúna con el presidente, Michel Sleiman, en las próximas 48 horas para decidir el destino de un nuevo gabinete, después que los intentos de mediación para acordar un gobierno de unidad nacional no lograron alcanzar un acuerdo. La reunión Sleiman-Salam es considerada crucial para ponerle fin a los 10 meses de bloqueo en la conformidad del Gabinete y se produce poco después que el líder del Movimiento Patriótico Libre (MPL), Michel Aoun, advirtió a los dos líderes en contra de la formación de un gobierno de unidad cerrando así la puerta a la formación del Gabinete. En una escalada de su postura, Aoun instó a Salam hacerse a un lado y dijo que el Primer Ministro designado había fallado en 10 meses para formar un nuevo gabinete.

El Ministro interino de Estado, Mohammad Fneish, descartó la formación de un gobierno inclusivo, pero que excluye al MPL, y agregó que su partido –Hezbollah- permanecería comprometido con el memorando de entendimiento con sus aliados políticos cristianos. Aoun ha expresado su oposición al principio de la rotación de las carteras ministeriales, insistiendo en su bloque retiene el Ministerio de Energía -actualmente en manos de su yerno, Gebran Bassil- en un movimiento que ha obstaculizado la formación de un gobierno de unidad nacional. Además los funcionarios de Hezbollah ahora dicen que las partes tienen el derecho de saber cómo el PM designado buscó distribuir las carteras entre los partidos políticos.

Aoun criticó a Salam por "Constituir una amenaza contra la población libanesa por formar un gobierno de hecho", luego de la reunión semanal regular del Bloque de Reforma y Cambio en Rabieh, el líder cristiano precisó que el hecho que hayan transcurrido 10 meses desde la designación de Salam y el fracaso de la formación de un gobierno suprime el derecho de su designación.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, anunció el colapso de la Coalición 8 de Marzo a mediados de 2013 después que él rompió relaciones con Aoun. Berri explicó que la demanda de la Coalición 8 de Marzo de asegurarse un poder de veto dentro de cualquier gabinete "ya no era válida" y explicó las frustraciones de Aoun en asuntos internos; teniendo en cuenta los estrechos vínculos de Berri con Hezbollah, la pregunta era si la alianza entre los dos grupos chiitas y Aoun podría sobrevivir al obstruccionismo de éste, ilustrado por la negativa del líder del MPL para retrasar la extensión del mandato del Parlamento y el rechazo la prórroga del mandato del jefe del Ejército libanés, Gral. Jean Kahwagi.

Hezbollah también desea un gobierno urgente. El presidente Sleiman ha dicho que si un gobierno de unidad nacional no se forma, él y el Primer Ministro designado Salam formarían un gobierno propio para llenar el vacío político de Líbano. Hezbollah ha advertido contra esto, pero dado que sus planes para un gobierno de unidad se han descarrilado por un aliado suyo como lo era Aoun, ahora su margen de maniobra es limitado. Un gobierno de unidad es esencial para la estrategia de Hezbollah este año ya que el partido considera que sólo esto puede crear un consenso para contener las tensiones sectarias mientras continúa luchando en Siria; y ese consenso es necesario para que todas las partes puedan acordar un reemplazo para el presidente Sleiman, cuyo mandato termina en mayo. 

Líbano es un país polarizado entre dos grandes corrientes: la sunita Coalición 14 de Marzo y los chiitas de la Coalición 8 de Marzo, donde los partidos de centro como los socialistas de Walid Jumblatt o los cristianos de Aoun el presidente Sleiman deben enlistarse dentro de las Coaliciones si desean alguna cuota de poder. La posibilidad de formar un tercer partido es por el momento una utopía y esta instancia ha debilitado la propia estructura del Estado debido a que ambas Coaliciones tienen el poder para bloquearse mutuamente, pero carecen de una capacidad de imponerse por sobre el otro.

La ola de atentados con coches bomba y ataques suicidas que apuntaron contra Haret Hreik, bastión de Hezbollah, ha dejado su huella en los residentes y negocios del barrio del sur de Beirut, lo que resulta en una elección amarga para muchos: reubicarse o mantenerse firmes frente a las amenazas a su vida que plantean los grupos afiliados a Al-Qaeda - ISIS , Jabhat Al-Nusra y las Brigadas Abdullah Azzam- que han prometido ataques en las zonas controladas por Hezbollah en represalia por la intervención militar de la guerra civil en Siria. Se estima que las ventas y el comercio en general cayó entre un 50% a 70% en esas zonas de la capital.





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