Un atacante suicida hizo estallar su vehículo fuera de un café cerca de un puesto de control del ejército libanés en Beirut la noche del lunes, hiriendo a 12 personas, dijeron fuentes de seguridad. Las fuentes dijeron que un atacante suicida que conducía un Mercedes de 1960 de color rojo y que se inmoló cerca de un puesto de control del Ejército en Tayyouneh, en una de las principales entradas a las afueras del sur de la capital. Según una fuente de seguridad, el coche se movía contra el tráfico y el terrorista suicida sería de origen sirio.
Las Brigadas Abdullah Azzam anunciaron hoy que las explosiones en los suburbios del sur de Beirut fueron una serie de múltiples ataques que vendrán siempre y cuando Hezbollah siga luchando en Siria, lo que constituye un reclamo indirecto por la responsabilidad del atentado suicida del lunes que mató a una persona e hirió a 25. Sheikh Sirajeddine Zuraiqat, guía religioso del grupo afiliado a Al-Qaeda, tuiteó que el reciente ataque contra la cabeza de la Seguridad General, el My. Gral. Abbas Ibrahim, y las explosiones en los suburbios del sur “Confirman que Hezbollah no vivirá con seguridad, hasta que la seguridad sea devuelta al pueblo de Siria y Líbano.”
Un atentado suicida en un puesto de control policial en la carretera Beirut-Damasco, el viernes pasado, alimentó los temores de contagio de la violencia de Siria e Irak. Un policía murió y 33 personas resultaron heridas en el atentado.
Los planes del Estado Islámico de Irak y Al-Shams (ISIS), para poner a Líbano en la misma línea conflictos que enfrentan Siria e Iraq han llevado a las autoridades libanesas a adoptar nuevas medidas de seguridad y políticas para proteger al país de frente a las amenazas del ISIS. El descubrimiento de supuestos complots para atentar contra figuras políticas, de seguridad y populares de la comunidad chiita -como el presidente del parlamento, Nabih Berri y el My Gral. Abbas Ibrahim- y explotar hasta los hospitales de los suburbios del sur de Beirut han sacudido la estructura de poder libanesa.
La sala de operaciones militares de Hezbollah, ha sido puesto en estado de alerta luego de los desarrollos Iraq, guarda silencio a pesar de los logros realizados para proteger la posición del partido en Líbano. El mando político de Hezbollah no ve ningún interés en revelar los resultados de la labor de su aparato de seguridad por el momento y este es un tiempo en que la situación interna de Líbano no permite un mayor debate sobre el trabajo de los aparatos de seguridad y militar del partido chiita, que ahora ha extendido su actividad a Siria y entró a Irak con el argumento de proteger a los santuarios chiitas. A pesar de ser conocido por operar en secreto, las fuentes dijeron centro de operaciones de Hezbollah ha mantenido una estrecha vigilancia sobre "una figura clave y peligrosa" del ISIS que presuntamente estaba preparando para un ataque masivo.
A medida que la frontera entre Siria e Irak se desdibuja con la del ISIS, la frontera entre Siria y Líbano se está convirtiendo en un área irrelevante. Los nuevos combates en la región fronteriza de Qalamoun se deben a que unos 3.000 a 4.000 rebeldes sirios están utilizando las montañas como plataforma para lanzar ataques contra posiciones del gobierno sirio que tienen como objetivo degradar al Ejército sirio y sus aliados, al desviar recursos de otros frentes de batalla alrededor de Damasco.
El Ejército libanés se desplegó en Arsal, pero hasta ahora no se ha aventurado más profundamente en las montañas -donde se atrincheraron los rebeldes sirios- y todo indica que se prepara un asalto por parte de Hezbollah y las tropas sirias ya que los bombardeos de la aviación siria han sido duros en la zona. De acuerdo con un informe del periódico Al-Mustaqbal, los residentes de Tufail informaron a las autoridades libanesas que la ciudad ha sido objeto de ataques por los últimos dos días luego de una infiltración de las tropas sirias ayudados por los combatientes de Hezbollah y los ataques aéreos por parte de la Fuerza Aérea siria.
La verdadera amenaza para Líbano no proviene de las montañas del Este, sino del interior con la infiltración del ISIS en la sociedad libanesa. El 17 de junio, las fuerzas de seguridad libanesas, en cooperación con Hezbollah, cerraron los caminos a algunos hospitales en los suburbios del sur de Beirut; presumiblemente, Hezbollah recibió Inteligencia sobre la existencia de túneles construidos por el ISIS para atacar las áreas donde se desplegó la milicia chiita. El viernes 20 de junio, el embajador de EE.UU. David Hale, estableció una reunión con el ministro libanés de Asuntos Exteriores Gebran Bassil en la sede del ministerio en Ashrafieh, en el corazón de Beirut pero poco antes de la reunión, Hale le dijo a Bassil que la reunión se canceló, ya que era imposible para él para salir de la embajada por razones de seguridad.
Mientras tanto, el jefe de la Seguridad General, My. Gral. Abbas Ibrahim, quien es uno de los jefes más activos y productivos de los Servicios de Seguridad del Líbano cuando se dirigía hacia el Valle de la Bekaa desde Beirut, al cruzar Dahr al-Baidar, un coche bomba estalló en el puesto de control cerca de su convoy. El ISIS está tratando de regresar a Beirut, la duda es si lo hará desde el campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh -cerca de Sidón, en el Sur- por número significativo de fundamentalistas sunitas; o si lo hará desde el Norte, entre Trípoli y Akkar, donde el ISIS espera contar con adeptos entre los libaneses fundamentalistas y los desplazados sunitas sirios.
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