viernes, 31 de mayo de 2013

Hezbollah, entre Siria y Líbano


Michel Aoun, líder del Movimiento Patriótico Libre (MPL), se opone a que se amplíen las competencias del Parlamento y precisó que es poco probable esta decisión afecte su alianza con Hezbollah; pero los lazos entre los dos grupos podrían enfriarse más debido al aumento de la participación chiita en la guerra civil siria. En el fondo, Aoun tiene un profundo desacuerdo con Hezbollah sobre la extensión del Parlamento y su participación en la guerra de Siria. Samir Geagea, el otro líder cristiano, ha criticado reiteradamente la alianza del MPL con Hezbollah, cuestionando si la amistad es en el interés de la comunidad cristiana de Líbano.

Las relaciones entre los partidos cristianos libaneses se han complicado más aún por el debate sobre la ley electoral. El Gral. Elias Hanna dijo que Aoun cree que su popularidad había recibido un impulso después de la defensa de la propuesta ortodoxa y piensa que una vez que tiene la mayoría de los parlamentarios cristianos en su bloque, que puede tener la última palabra en la elección del Presidente, en el nombramiento de un comandante del Ejército, gobernador del Banco Central y los nombramientos en otros puestos estatales clave reservados para los cristianos. Lo cierto es que Aoun, y Suleiman Franyieh -líder del Movimiento Marada- han comenzado una discreta retirada de las filas de Hezbollah.

La participación de Hezbollah en Siria se ha expandido más allá de la pequeña región de Qusayr y el grupo está librando la guerra de Al-Assad por toda Siria, su intervención ha provocado una furiosa reacción de los partidarios libaneses y sirios de los rebeldes; los cohetes han comenzado caer en Líbano desde Siria y son dirigido a las zonas chiitas que los rebeldes sirios sospechan de proporcionarle apoyo militar a las actividades de Hezbollah dentro de Siria. La victoria no ha sido fácil para Hezbollah en Qusayr, si se tienen en cuenta las decenas de funerales en las aldeas chiitas en todo Líbano, de hecho el número de muertos es impresionante para un grupo que ha desarrollado una reputación casi mítica para la competencia y el secreto.

Pero los problemas de Hezbollah no se contienen a Qusayr. El asalto del grupo chiita contra la ciudad sitiada Qusayr fue la gota que rebalsó el vaso, especialmente final para algunos de los sunitas en Líbano, que se han resentido con el crecimiento del movimiento chiita dentro de la escena política del país. A los pocos días de conocida la participación de Hezbollah en los combates por Qusayr, los peores enfrentamientos en años sacudieron la ciudad libanesa de Trípoli del Líbano matando a cerca de 30 personas e hiriendo a más de 100; un comandante islamista, mientras tomaba un descanso de los combates en el barrio de Trípoli, precisó que la semana pasada un grupo de aproximadamente 70 combatientes sunitas libaneses intentaron entrar en Qusayr, pero no pudieron romper las líneas de Hezbollah, por lo que regresaron a continuar la batalla en Jabal Mohsen –el barrio pro-Al-Assad de Tripoli-.

Otro inconveniente que ha encontrado Hezbollah es la capacidad de los rebeldes salafistas, especialmente los combatientes chechenos de las filas del grupo Jabhat Al-Nusra, quienes poseen muy buen entrenamiento y armamento sofisticado en contraposición con los elementos del Ejército Libre Sirio. Más inquietante es que hyy una especie de “familiaridad irritante" entre las tácticas del grupo chiita y los rebeldes sunitas: Hezbollah le enseñó a Hamas todas esas tácticas para luchar contra los israelíes. Hamas aparentemente decidió trasladar su experiencia a grupos takfiri, lo que demuestra que Hezbollah no tenía una agenda sectaria. Además de los escondites con trampas explosivas, los combatientes de Jabhat Al-Nusra tienen un desconcertante ritual nocturno: en la noche queman los cadáveres que se han acumulado durante el día, ¿Tratan de ocultar las identidades de sus combatientes?.

En el último mes, la tranquilidad libanesa de los suburbios del sur y zonas adyacentes ha sido violada repetidamente por tiroteos entre grupos chiitas y palestinos; Abbas, miembro de los comités populares pro-Assad en la cadena de pueblos fronterizos situados en Siria -habitada por chiitas libaneses- dijo que la batalla fue impuesta a Hezbollah y que la política de Hezbollah era combatir a los rebeldes en Siria, con el fin de evitar la lucha transfronteriza, pero que ahora ese límite no existe más.
Al declarar la guerra a los rebeldes sunitas, principalmente de Siria, Hezbollah se arriesga provocando futuras represalias por parte de los sunitas libaneses que apoyan a sus hermanos sirios, o de los propios rebeldes, que llevan a cabo ataques contra el grupo chiita en su propio terreno en el Líbano. Cohetes disparados recientemente contra un barrio pro-Hezbollah de Beirut subrayó que la amenaza de una propagación de la violencia es una realidad. Antes del levantamiento sirio, los residentes de Hermel utilizaban a Qusayr -a 25 km- para ir de compras o a tratamientos en los hospitales y las clínicas, donde los precios eran más bajos que en Líbano. Ahora es el centro de los enfrentamientos sectarios entre sunitas y chiitas.


Invitación del CEMOAN






El CEMOAN invita a la conferencia:

"Elecciones presidenciales en la República Islámica de Irán: perspectivas locales e internacionales"

Participan: MPhil. Sergio I. Moya Mena

Lic. Adrián Pignataro

Modera Msc. Evelyn Hernández

Viernes 7 de junio, Auditorio de Ciencias Sociales, Universidad de Costa Rica 2:00 p.m.,

Información al teléfono: 2562-4165




jueves, 30 de mayo de 2013

Los misiles rusos S-300 para Siria (y Hezbollah)


Hezbollah ha ordenado su ex aliado, el grupo islamista palestino Hamas, que abandone Líbano inmediatamente y en cuestión de horas, la medida se debería al apoyo de Hamas a las fuerzas de la oposición siria; Ali Baraka, representante de Hamas en Líbano, negó el informe del periódico libanés Aliwaa, y precisó que los funcionarios de Hezbollah fueron sorprendidos por el informe. Sin embargo, fuentes de cercanas al movimiento de liberación nacional palestino Al-Fatah, en el Líbano, dijeron que un alto funcionario de seguridad de Hezbollah le informó a Baraka que las relaciones con Hamas, en el territorio libanés, se han convertido en incómodas.

La tensión se apoderó del barrio Farhat en el área de la Ciudad Deportiva de Beirut, tras un prolongado tiroteo entre los partidarios del Movimiento Amal -del presidente del parlamento Nabih Berri- y palestinos armados. La lucha se extendió alrededor del Estadio Polideportivo “Camille Chamoun”, en la zona de Bir Hassan, y además de los disparos se escucharon detonaciones de granadas de mano. El Movimiento Amal niego su papel en el incidente e instó a los medios de comunicación a que sea precisos en sus informes.

Las calles de Tripoli permanecen bajo una tensa calma en una suerte de tregua tácita entre Jabal Mohsen –el distrito alawita minoritaria de Trípoli- y Bab Al-Tabbaneh –barrio pobre de mayoría sunita- luego de los combates que costaron 29 vidas la semana pasada; el detonante de los enfrentamientos fue la participación de Hezbollah en las operaciones del ejército sirio en la ciudad fronteriza de Qusayr, en contra de los rebeldes sunitas que allí combaten. Los hombres armados en Jabal Mohsen justifican su creciente militancia señalando el fracaso del ejército libanés para evitar los enfrentamientos en esa zona, señalan que los soldados ocasionalmente recorren la calle en tanques, pero no han sido capaces de acabar con los enfrentamientos.

Las fuerzas del presidente Bashar Assad, con el apoyo de Hezbollah, se apoderaron Dabaa base aérea cerca de la ciudad estratégica de Qusair, en un duro golpe para los rebeldes que intentan derrocar al régimen; las tropas sirias y los combatientes de Hezbollah ya Qusayr rodean por tres lados: tomaron el control de la localidad de Dabaa -7 km al norte- y pondrían a la ciudad bajo asedio por los cuatro costados cortando así la línea principal de refuerzo para los rebeldes. El Departamento de Estado de EE.UU. le pidió a Hezbollah que retire a sus combatientes de Siria de inmediato, horas después de que el grupo ayudó a las fuerzas del régimen capturan la base aérea de Dabaa, argumentando que su participación marcó una peligrosa ampliación de la guerra.

Con los enfrentamientos entre el régimen sirio -respaldado por Hezbollah- y el Ejército Libre Sirio (ELS) intensificándose en Qusayr, los refugiados sirios -tanto partidarios del régimen sirio como pro-ELS- han inundado en el Valle de Bekaa en Líbano, buscando refugio entre las comunidades favorables. Su llegada ha servido para afinar la línea de la división política en Líbano: desde Akkar, en el norte, hasta el Líbano Bekaa interior, varias comunidades de acuerdo a sus diferentes lealtades, se están sumergiendo en el conflicto sirio. Hermel, cada vez más seguido es sido objeto de bombardeos transfronterizos por unidades del ELS, de la misma manera que la participación de Hezbollah en la frontera ha crecido.

En un comunicado, los comandantes rebeldes en Qusayr advirtieron de graves consecuencias si la ayuda no llega a los hombres, que han estado luchando casa por casa, durante más de una semana contra una fuerza armada con tanques y lanzacohetes, encabezada por combatientes de Hezbollah y el ejército sirio: "Si todos los frentes rebeldes no se mueven para detener este crimen, encabezado por Hezbollah y el ejército traidor de los perros de Al-Assad... pronto estaremos diciendo que había una vez una ciudad llamada Qusayr." Con Irán y Hezbollah trabajando conjuntamente en la defensa del régimen sirio, y con los opositores y rebeldes sirios apoyados por Occidente sumidos en disputas, el presidente Al-Assad se siente seguro de su posición interna y externamente; tal vez en este es el mejor momento para que tengan lugar las conversaciones en Ginebra.

La llegada a Siria del sistema ruso de defensa antiaérea S-300 significa buenas noticias para Hezbollah. El S-300 es un factor de disuasión para Israel y tiene la capacidad de alterar el equilibrio de poder en la región; la venta a Damasco pone a los planificadores de la Fuerza Aérea israelí en un rango operativo de exclusión de 200 km, no solo fuera de Siria sino también fuera de Líbano y aumentan exponencialmente los riesgos de un ataque israelí contra los depósitos de armas sirios o las instalaciones nucleares de Irán. Capaz de rastrear numerosos objetivos y golpear a 6 objetivos al mismo tiempo, el S-300 también tiene un alcance de 200 kilómetros, lo que significa que los aviones aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ben-Gurion podrían potencialmente ser un objetivo. Si el régimen sirio cae, este equipo estaría disponible para Hezbollah.

La decisión de Hassan Nasrallah, de apoyar al régimen del presidente Al-Assad, le ha dado al grupo chiita una capacidad interna y externa superior a la que tenía antes del conflicto sirio. Desde el punto de vista interno, continua manejando la política libanesa y la cuestión de las armas para la defensa de la soberanía se ha relegado a un segundo plano por causa de los disturbios y la sanción de la futura Ley Electoral. En el plano exterior, los avances en el terreno sirio reafirman la capacidad militar de Hezbollah –al romper la resistencia en Qusayr- y lidera la ofensiva del ejército sirio, por otra parte si Damasco logra que los S-300 sean operativos tendrá una importante protección aérea en Líbano contra las incursiones israelíes.

 
 

martes, 28 de mayo de 2013

¿Se aplazan las elecciones parlamentarias?


A pesar que el Consejo de Ministros liderado por el Primer Ministro interino, Najib Mikati, decidió ayer celebrar las elecciones parlamentarias el 16 de junio bajo la polémica Ley Electoral de 1960 y formarse un comité de supervisión electoral, lo más probable es que los políticos libaneses opten por una ampliación del plazo parlamento. Tras una reunión con la embajadora de EE.UU. en Líbano, Maura Connelly, el líder socialista, Walid Yumblatt, descartó la idea de celebrar una elección en este momento del país y dijo que la ampliación del mandato del parlamento “es lo que hay que hacer debido, a el ejército libanés ha estado bajo ataque."

En una entrevista de la televisora Al-Jadeed, después de una reunión con el de presidente del Parlamento, Nabih Berri, Ali Hasan Jalil y el Secretario General del Hezbollah, Hussein Khalil, Jumblatt dijo que en las conversaciones abordaron los medios para "preservar la estabilidad en el país y el proceso de extensión". Cuando se le preguntó acerca de su reunión con los asesores ex primer Saad Hariri y el ministro Mohammed Shatah, Jumblatt reveló que discutió con ellos "cómo encontrar un plazo aceptable para la extensión ya que las elecciones parlamentarias no pueden hacerse en medio de la agitación de la seguridad en Trípoli, una prórroga de seis meses no tiene sentido y es necesario más que eso para evitar la aspiración, mantener la estabilidad y proteger al ejército. ¿Quién es el loco que quiere organizar las elecciones, mientras que los partidos libaneses rechazan la entrada del ejército a Trípoli?."

El ex Primer Ministro, Fouad Siniora, dijo tras una reunión con Berri, que los partidos políticos rivales estaban cerca de llegar a un acuerdo sobre el plazo para que se extienda el mandato del Parlamento y que una sesión general, del Parlamento, probablemente se celebrará a finales de esta semana; pero el jefe del bloque cristiano Cambio y Reforma, Michel Aoun, manifestó su oposición ya que “La ley de 1960 es mala pero la extensión del Parlamento sería aún peor y el vacío político sería una catástrofe”.

La tensión a la que hacen mención los diferentes líderes políticos libaneses proviene de las implicancias derivadas del conflicto sirio y sus ramificaciones libanesas. El Gral. Salim Idriss, comandante del Comité del Ejercito Libre de Siria, le dio el presidente del Líbano, Michel Sleiman, y al representante de la ONU y la Liga Árabe, Nabih Elaraby, 24 horas para que Hezbollah retire a sus combatientes de Siria y advirtió que los rebeldes sirios podrían orientar sus combates donde los elementos de Hezbollah se encuentren. Por otra parte, Jamal Maarouf, comandante del poderoso grupo rebelde “Brigada de los Mártires de Saraqeb”, amenazó en una entrevista con atacar al ejército libanés si no detenía el paso de combatientes de Hezbollah hacia Siria, mientras que al mismo tiempo bloqueaba el paso de los militantes sunitas libaneses para ayudar a los rebeldes sirios; Maarouf sostuvo que tiene 500 combatientes en Líbano, para cruzar a Siria, y que "El gobierno libanés debe tomar una postura clara. Su silencio significa que están satisfechos”.

Las declaraciones del Gral. Idris, al canal de televisión Al-Arabiya, donde afirmando que "Vamos a perseguirlos todos el camino al infierno, si no se toma una decisión para detener el ataque de Hezbollah en territorio sirio", suena más a una bravata retórica que a una opción viable en el terreno; Idris, un general desertor del ejército de Al-Assad, busca establecerse en un canal privilegiado para la ayuda occidental a los rebeldes –especialmente europea- aunque su control sobre diversas facciones armadas es limitada y la semana pasada le pedía a sus aliados internacionales armamento para equilibrar los combates.

Con su desembarco en la guerra civil siria, Hezbollah está dando sus seguidores en una dirección desacostumbrada, en una apuesta que podría ayudar a rescatarla de la amenaza, con un nuevo poder y más confianza o un final con una derrota con amplias repercusiones; Hezbollah está apostando su prestigio y la seguridad en el esfuerzo para aplastar una rebelión siria que detestaba por su base sunita, pero popular entre los rivales libaneses del grupo y en gran parte de la mayoría sunita del mundo árabe en general. Una mayor participación de Hezbollah en el conflicto en el fondo es motivada –al igual que su aliado, el presidente sirio Bashar Al-Assad- por la supervivencia, del flujo de armas de Irán.

En la batalla por Qusayr, cerca de la frontera con Líbano, Hezbollah y el gobierno sirio lograron avances relámpagos luego de meses de derrotas; si Hezbollah tiene éxito en la conducción del ejército sirio en la victoria por Qusayr, el grupo chiita pasaría de ser una fuerza guerrillera luchando contra la ocupación israelí a una fuerza con un alto poder de disuasión frente a su principal enemigo, Israel, y daría más credibilidad a sus amenazas de invadir el norte de Israel en un conflicto futuro.

En el corto plazo, Hezbollah no necesita preocuparse por una rebelión en su seno. Hay dos factores que actúan como factores atenuantes: en primer lugar, Hezbollah sigue disfrutando de una gran reserva de imagen positiva entre la mayoría de los chiitas. Muchos seguidores sostienen que Nasrallah y Hezbollah cumplieron todas las promesas que hicieron –como reconstruir a Dahieh después de la guerra de 2006- por lo que la confianza personal sobre Nasrallah seguirá; un segundo factor es la disciplina de la fuerza de combate de Hezbollah, al igual que un ejército regular, los combatientes irán a la batalla cuando reciban sus órdenes para hacerlo.

A largo plazo, si Hezbollah no puede lograr una clara victoria sobre los rebeldes sirios -como lo prometió Nasrallah el 25 de mayo- existe el riesgo que ese depósito de imagen positiva comience a reducirse; el hecho de involucrarse en una guerra civil en un país extranjero -aunque sea un país vecino- es diferente a morir defendiendo la aldea, la familia o el honor contra Israel, como fue el caso en 2006. Nasrallah tiene razón cuando argumenta que la gente de afuera no entiende la resistencia de Hezbollah y su medio social, lo mismo podría decirse de los líderes de Hezbollah sobre el futuro próximo y las implicancias de los cambios regionales en curso.


lunes, 27 de mayo de 2013

Golpe contra bastiones de Hezbollah



El domingo en el suburbio del sur de Beirut -bastión de Hezbollah- menos de 24 horas después de que el líder del grupo, Hassan Nasrallah, anunció que estaba oficialmente en la guerra siria, dos cohetes Katyusha cayeron en la zona; es un peligroso punto de inflexión en la guerra siria, ya que los enfrentamientos se producían en la frontera sirio-libanesa pero ahora se han trasladado a Beirut. El discurso de Nasrallah también fue una declaración de guerra de Hezbollah contra Al-Qaeda directamente: Nasrallah mencionó el "Estado Islámico de Irak" y vinculó a los grupos radicales en Siria acusándolos de talibanes y de cometer crímenes en Siria, Iraq y Pakistán.

Funcionarios libaneses condenaron el ataque con dos cohetes que impactaron en el suburbio de Shiyah, hiriendo a cuatro personas, uno de los cohetes cayó en un concesionario de coches situado cerca de la iglesia Mar Mikhael, mientras que el otro aterrizó en el barrio cercano a Marun Misk. Por otra parte, dos cohetes disparados desde Siria aterrizaron en la región de Hermel, Valle de Bekaa -otro bastión de Hezbollah- sin víctimas fatales. Horas después del incidente, el ejército libanés logró identificar el lugar de lanzamiento y en un comunicado, el Ejército dijo que encontró dos plataformas de lanzamiento entre los pueblos de Bsaba y Aitat, en Monte Líbano, al sureste de las afueras de Beirut. Las fuerzas de seguridad también estaban en busca de un tercer cohete que se lanzó entre Baabda y Aitat pero no había explotado.

El discurso de Nasrallah tuvo una mezcla de objetivos: levantar la moral de los partidarios de Hezbollah y elevar las amenazas a sus enemigos; aunque era evidente Nasrallah no quiso poner a toda la oposición siria como sus enemigos, cuando señaló que "No acusamos a todos los miembros de la oposición de tener vínculos con extranjeros. Algunos tienen la lógica, la visión, las demandas legítimas, y que están dispuestos a dialogar. Ese es su derecho natural”. Una vez más, Nasrallah explicó que el papel de su partido -en Siria- ha evolucionado desde el comienzo de la guerra ya que el presidente Al-Assad quiere una Reforma y la única manera de llegar es a través del diálogo político y agregó "Me he puesto en contacto Al-Assad y miembros de la oposición para llegar a un acuerdo, Al-Assad aceptó la propuesta, mientras que la oposición rechazó”.

El ex jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Gral. Richard Myers, precisó que la guerra civil en Siria es "una guerra regional", ya que cuenta con un aumento de la participación de los combatientes libaneses de Hezbollah, las fuerzas iraníes y además existe la posibilidad de desbordamiento violento en los países vecinos. Myers pidió un "cálculo del equilibrio entre riesgo y recompensa cuando se proporcione armamento, ya que a menudo, no sabe en definitiva en qué manos terminan."

Los dos años de conflicto en Siria ya han caído en el Valle de Bekaa, en Líbano, cuando estalló la lucha en las calles de Trípoli entre los grupos pro y anti-Al-Assad; pero el ataque del domingo, que hirió a cinco personas, tuvo como primer objetivo la fortaleza de Hezbollah en el sur de la capital y revivió recuerdos de los años de la guerra civil. Tanto los enfrentamientos en Tripoli como los cohetes en Beirut, son hitos en el historial del contagio de la guerra civil siria, y han reavivado la tensión sectaria desde Beirut a Bagdad fomentada por los antagonismos de Irán versus Arabia Saudita, Turquía, Qatar, Irak e Israel y la polarización de las principales potencias como EE.UU. y Europa, en oposición a Rusia y China que apoyan a Al-Assad.

Aunque los rivales sunitas libaneses han ayudado a los rebeldes sirios con la logística y algunos yihadistas libaneses han tomado parte en los combates, el grado de participación no es comparable con la intervención de Hezbollah; por mucho Nasrallah niega que la participación en Siria no está impulsada por el sectarismo, está obligado a reforzar la división chiita-sunita en Líbano, donde la mayoría musulmana se divide entre las dos sectas. En el fondo, Nasrallah tiene razón cuando dice que "Siria es la columna vertebral de la resistencia", ya que Siria ha sido un gran promotor, como conducto de armas desde Irán y que Hezbollah podría estar expuesto si el régimen sirio se derrumba.

El gobierno interino de Líbano respaldó hoy la celebración de las elecciones del 16 de junio, y aprobó la formación de un comité de supervisión electoral y la financiación del proceso electoral; peticiones de última hora de los miembros del Partido Kataeb y el Primer Ministro interino, Najib Mikati, terminaron en un acuerdo sobre la prórroga del mandato del Parlamento, que aún no ha finalizado. Nadim Abdel-Malek y Andre Sader fueron designados como jefe y subjefe del comité respectivamente; Salim Qusta, Khaldoun Naja, Ghada Hallawi, Othman Machdub, Khalil Hindi, Atallah Ghasham y Simon Haddad también fueron nombrados los miembros de la comisión fiscalizadora.

Mikati dijo que la reunión giró en torno a la votación, con el "fin de celebrar las elecciones sobre la base de la legislación vigente" -en referencia a la ley de 1960 que había generado la oposición de varios partidos- pero lo cierto es que el fracaso de los legisladores para llegar a un acuerdo sobre una alternativa a la ley de 1960, había dejado a los parlamentarios con pocas opciones: o bien se celebraban las elecciones bajo la Ley de 1960 o se prorrogaba el mandato del Parlamento y se intentaba una nueva ley sin un plazo de elecciones fijo.

El apuro por la confirmación de las elecciones en junio, aun con la ley de 1960, es un indicio del peligro al que se enfrenta Líbano; los ataques contra los bastiones de Hezbollah y el reconocimiento del grupo chiita de su participación en la guerra civil siria no dejan espacio para la especulación política. Si los partidos libaneses no prestan más atención a los enfrentamientos sectarios internos, tendrán una nueva guerra civil en el mediano plazo, con el agravante que entonces un gobierno de consenso será imposible de alcanzar.



viernes, 24 de mayo de 2013

El desafío de los salafistas en Líbano


La violencia en Trípoli amenazó con salirse de control la madrugada del viernes, ya que los esfuerzos del ejército no lograron detener el derramamiento de sangre en la segunda ciudad del Líbano, que ya se ha cobrado la vida de al menos 18 personas; de acuerdo con el patrón de los cuatro días anteriores, los enfrentamientos se intensificaron de nuevo la noche del jueves -con morteros y fuego de ametralladoras- y fuentes de seguridad dijeron que todos los esfuerzos por lograr un alto el fuego fracasaron y que los contactos entre los políticos y los líderes armados de Bab Al-Tabbaneh habían sido cortados.

Los comandantes sunitas de Bab al-Tabbaneh exigían que Rifaat Eid, jefe del Partido Democrático Árabe que domina Jabal Mohsen, salga del barrio; otra exigencia es que Hezbollah se retire de la ciudad siria de Qusayr. Los combates en Trípoli comenzaron el domingo, poco después que el ejército sirio con el respaldado de combatientes de Hezbollah, comenzó un asalto masivo contra los rebeldes sirios en Qusayr.

Los combates entre los barrios de Jabal Mohsen y Bab Al-Tabbaneh, se han prolongado durante décadas, pero esta última ronda de enfrentamientos ha sido inusualmente feroz y está probable ligada al conflicto en Siria; la actual lucha se ha propagado más allá de las tradicionales líneas de batalla del vecindario, con hombres enmascarados que se enfrentaron por casi dos horas contra las tropas libanesas en el callejón Khnaq de Abu Samra -al sur de Trípoli- después de la medianoche. Fuentes de seguridad estimaron que cerca de 1.200 proyectiles de mortero y granadas propulsadas por cohetes fueron disparados en Trípoli entre las 9 pm del jueves y 7 am del viernes.

La participación de Hezbollah en la lucha en Qusayr también ha agravado las tensiones entre los grupos partidarios del Sheikh salafista Ahmad Asir y los partidarios de chiitas de Hezbollah, al sur de Líbano; Asir envió combatientes sunitas para apoyar a los rebeldes en la ciudad siria y estableció sus "Brigadas de la Resistencia libres" en Sidón para defenderla contra las amenazas de Hezbollah, según el líder religioso sunita. En los enfrentamientos de noviembre, 3 personas murieron en Taamir y Asir ha surgido en los últimos dos años, como un duro crítico de las armas y del apoyo al régimen sirio, de Hezbollah.

Las fuerzas gubernamentales libanesas son superadas por Hezbollah, pero el grupo chiita -paralizado por un sistema político estancado y la ruptura sectaria- tiene una capacidad limitada para detener a los militantes sunitas en lucha interna. Una figura de la oposición siria, con sede en el Líbano y que participa en el suministro de armas a los rebeldes anti-Assad en Siria, dijo que los salafistas habían estado presionando para llevar la guerra con Hezbollah a Líbano durante meses, en respuesta al creciente apoyo directo del grupo chiita al régimen sirio.

Varios elementos nuevos han transformado la tensión local crónica en algo mucho más siniestro: los vínculos directos entre los enfrentamientos en Siria y en Trípoli, el movimiento de un número creciente de combatientes salafistas en el norte del Líbano y otras partes del país en los últimos años, la movimiento de combatientes desde el norte del Líbano a Siria para apoyar a los rebeldes anti-Al-Assad, y el papel autoimpuesto de los salafistas libaneses de contrarrestar la influencia de Hezbollah en Líbano y en los combates en Siria -especialmente en Qusayr-.

Esto no es un desarrollo repentino o inesperado. Los salafistas han operado en pequeñas cantidades en lugares aislados de urbanos y rurales de Líbano desde hace algunos años, a menudo creciendo en proporción directa a los conflictos adyacentes en Irak y Siria. Los grupos de militantes se enfrentaron con el ejército libanés y las fuerzas de seguridad en el norte hace unos años, principalmente en el campo de refugiados palestinos de Nahr Al-Bared. Más recientemente, los funcionarios de seguridad libaneses, expresaron su preocupación por el creciente número de salafistas en Líbano, basados en los barrios urbanos salafista como Bab al-Tabbaneh o en algunos campos de refugiados palestinos que escapan al control del Estado como Ain al-Hilweh, al sur.

Esto significa que ahora tenemos por lo menos tres clases distintas e identificables de los movimientos islamistas en el mundo árabe que se dedican a la acción política, social o militar pública: Hezbollah y Hamas, grupos de resistencia que están fuertemente enraizados en los nacionalismos individuales; los partidos como Ennahda en Túnez o la Hermandad Musulmana egipcia, que operan dentro de los canales disponibles de la participación política y la contestación; y los militantes salafistas que utilizan la violencia e intimidación para imponer sus formas estrictas sobre la sociedad.



miércoles, 22 de mayo de 2013

Se complican los enfrentamientos en el norte de Líbano


Trípoli fue testigo de la peor noche de enfrentamientos desde que los cruces entre partidarios y opositores del presidente sirio, Bashar Al-Assad, estalló el fin de semana pasado y crecen los temores que el ejército libanés podría retirarse de la zona. En un período de una hora, durante la noche, al menos 47 bombas de mortero cayeron en la segunda ciudad más grande de Líbano, obligando a muchos residentes a buscar refugio dentro de sus hogares; una fuente de seguridad predijo que si no se dan instrucciones claras al ejército libanés y las fuerzas de seguridad para intervenir con firmeza los enfrentamientos entre las dos facciones rivales, choques sin precedentes podrían entrar en erupción pronto.

El ejército libanés, desplegado en la zona desde el lunes, respondió a los disparos en un intento por detener la violencia, pero la aparición de nuevas armas como los morteros -no vistas en los enfrentamientos previos- fueron utilizadas por los combatientes en el centro de la ciudad, tanto de noche como de día, dificultando la tarea del ejército. El presidente libanés, Michel Sleiman, hizo un seguimiento de los acontecimientos en Trípoli con funcionarios y destacó la necesidad de contener la situación y ponerle fin a los combates; Sleiman mantuvo contacto telefónico -por separado- con el Ministro de Defensa interino, Fayez Ghosn, y el jefe del Ejército, Gral. Jean Kahwagi, por la situación en Trípoli.

Radio “La Voz de Líbano” informó que lanzacohetes múltiples fueron desplegados en Jabal Mohsen, como preludio a una escalada que se confirmó cuando los enfrentamientos recrudecieron en Al-Baqqar, Al-Qobbeh y Al-Mankoubin, mientras que los residentes de Bab Al-Tabbaneh comenzaron la evacuación de sus hogares y el ejército retiró los vehículos que había desplegado en la ruta de Bab al-Tabbaneh, cerca de Al-Qasr. La situación se deterioró cuando un mortero alcanzó una base militar en Al-Ghoraba y otro cayó en una base del ejército en Al-Zahriyeh, dejando varios heridos.

La tensión era alta en la ciudad sureña de Sidón, después que Hezbollah intentó enterrar a Saleh Sabbagh -un combatiente asesinado en la batalla de Qusayr- en un cementerio sunita; Sabbagh, hijo de padre sunita y madre chiita, se convirtió en chiita para unirse a Hezbollah hace dos años. Poco después, Hezbollah decidió enterrar Sabbagh en un cementerio chiita de la ciudad portuaria, poniendo fin a una potencial escalada en el sur del país.

La violencia en Líbano parece una consecuencia directa del conflicto sirio, en particular luego del asalto del ejército sirio sobre los rebeldes de la ciudad de Qusayr; algunos grupos sunitas libaneses señalaron que la situación en Tripoli parecía el resultado de una orden del régimen sirio a su milicia Shabiha, para iniciar una batalla en Trípoli y así distraer la atención sobre los hechos en Qusayr. Si bien este no es el primer enfrentamiento -en Tripoli- entre sunitas y alawitas libaneses, la gravedad de los acontecimientos han encendido las alarmas en el Estado libanés.

El panorama se complicará en los próximos días, ya que combatientes de elite de Hezbollah cruzaron la frontera libanesa para dirigir un asalto determinante -junto al ejército sirio- contra los rebeldes en Qusayr; los canales de televisión pro-Hezbollah transmitieron imágenes de los funerales de cinco de sus miembros, que según se informó, fueron asesinados el cumplimiento de su "deber yihadista". Al-Assad y Hezbollah han dicho que la recuperación de Qusayr, que se encuentra entre la ciudad siria de Homs y Trípoli, en el norte de Líbano, es una de las prioridades en la lucha para derrotar a la insurgencia.

La participación de Hezbollah –demostrada por los funerales de varios de sus miembros o los pedidos de donaciones de sangre en hospitales libaneses- comienza a borrar los límites de una guerra civil y empuja el conflicto hacia una guerra sectaria-regional donde los chiitas respaldado por Irán se enfrentan contra los sunitas apoyados por los Estados del Golfo por el control de Medio Oriente. Las tropas de Hezbollah se enfrentaron contra las unidades rebeldes sunitas -incluyendo a Jabhat Al-Nusra, grupo afiliado a Al-Qaeda- por lo que el argumento de Hassan Nasrallah sobre el papel protector de su grupo sobre las aldeas fronterizas ha sido superado por los hechos.

Los temas regionales, políticos, estratégicos y sectarios han llegado a un punto crítico, incluso con más fuerza, mientras Hezbollah se sumerge profundamente en una guerra civil que sólo está tangencialmente relacionada con su lucha básica con Israel; muchos libaneses han instado a Hezbollah a que no se involucre en Siria pero, si bien es un riesgo para Hezbollah, es parte de la estrategia regional general de Irán: el régimen sirio no debe caer. Si estancamiento militar debe conducir a algún tipo de equilibrio fragmentado, la ayuda de Hezbollah para el control de la zona de Qusayr -con sus 20 aldeas chiitas habitadas por libaneses- sería vital para la capacidad del régimen sirio en la protección del vínculo entre Damasco y las principales ciudades al norte y la costa noroeste.

Líbano, aunque eternamente rebelde, hasta el momento ha demostrado su resistencia. Su gobierno, en el que Hezbollah tiene una parte principal, se ha comprometido a mantenerse fuera del conflicto sirio, pero ahora es una ilusión. Los rebeldes sirios han bombardeado la ciudad libanesa chiita de Hermel y Jabhat Al-Nusra -grupo rebelde sunita sirio vinculado con al-Qaeda- ha amenazado con "quemar Beirut". La tensión se incrementará aún más si Israel lanza ataques aéreos, como lo ha hecho varias veces desde enero, para disuadir a Irán de finalizar con la canalización armas a través de Siria para Hezbollah.

Aunque el Ministro de interino de Defensa libanés, Fayez Ghosn, advirtió contra la subestimación de los peligros de los combates en Trípoli y señaló que el caos que se observa en el norte, en los últimos días, podría poner en juego el destino de todo el país, las principales figuras políticas continúan su disputa por la ley electoral para las próximas elecciones parlamentarias.

Mientras los partidos políticos ignoran la situación, Líbano se expone cada vez más a una guerra civil dentro de su propio territorio con el agravante que Hezbollah comienza a demostrar que no solo que no entregará sus armas sino que éstas también sirven para defender a los intereses iraníes en la región. La falta de acuerdo en el Parlamento sobre la ley electoral, para las elecciones previstas para junio, llevará a que el actual mandato del Parlamento sea ampliado; pero sin una mayoría clara la ley acordada será más débil de lo normal y la participación de Hezbollah en Siria dañará el movimiento al oponerse ya no a Israel sino a otros musulmanes.


lunes, 20 de mayo de 2013

Hezbollah es más importante en Siria


Un soldado libanés murió y otros cuatro resultaron heridos en nuevos enfrentamientos entre partidarios y opositores del presidente sirio, Bashar Al-Assad, en la ciudad norteña de Trípoli; la ola de violencia se produjo horas después que el ejército sirio -con apoyo de los combatientes de Hezbollah- lanzó una ofensiva para retomar la ciudad fronteriza de Qusair, matando al menos a 32 personas. Gran parte de Tripoli quedó en un estado de parálisis lunes por la mañana, las escuelas fueron cerradas y las calles de la ciudad estaban casi desiertas; tampoco hubo tráfico en la ruta internacional que une con Akkar, porque los automovilistas temían ser abatido a tiros por francotiradores aunque las tropas libanesas se desplegaron en toda la ciudad.

Por segundo día, la ciudad siria de Qusayr recibió una ofensiva de las fuerzas gubernamentales -apoyadas por ataques aéreos y combatientes chiitas libaneses de Hezbollah- en lo que parece ser un punto de inflexión dentro de la guerra civil siria; las bajas de Hezbollah se estiman en 28 muertos –la mayor cantidad en una batalla siria- y sumerge más profundamente en el conflicto al grupo libanés. Un video publicado en línea, que no pudo ser verificado independientemente, muestra a un activista apunta a siete vehículos dañados -al parecer pertenecientes a Hezbollah- y muestra el brazo de un hombre muerto señalando un tatuaje del imán Alí, primo y yerno, cuñado del profeta Mahoma, una figura religiosa venerada por los chiitas.

Cerca de 30 combatientes de Hezbollah y unos 20 soldados sirios murieron en los intensos combates con los rebeldes en la ciudad de Qusair; el asalto a Qusair parecía ser parte de una campaña de las fuerzas sirias para consolidar su control sobre Damasco y los enlaces seguros entre la capital y las fortalezas del gobierno en la costa mediterránea -a través de la ciudad de Homs- destinada a recuperar la iniciativa en las zonas estratégicas. Los lanzacohetes de Hezbollah golpearon Qusair desde el oeste del río Orontes, junto con la artillería del ejército sirio, empujando a los rebeldes hacia el norte de la ciudad

Aunque Hezbollah soportó gran parte del peso de la ofensiva del ejército sirio, el 60 % de la ciudad -como el edificio de oficinas municipales- terminó bajo el control del ejército sirio por primera vez en meses; la televisión estatal siria dijo que el ejército había "reforzado el cerco a los terroristas" y dijeron que el ejército había "restablecido la seguridad y la estabilidad" a la mayoría de la ciudad, matando a muchos combatientes rebeldes y capturando a varios más. La batalla por Qusair, en la provincia de Homs, es un punto muy controvertido –para ambos bandos- ya que vista como un punto de inflexión que podría decidir el destino del régimen y la revolución.

Al-Assad cree que reafirmar su dominio en la provincia de Homs es crucial para mantener el control de una serie de centros de población en el oeste de Siria, y, finalmente, a las campañas militares para recuperar el territorio bajo control rebelde en el norte y al este; pero es poco probable que el gobierno sea capaz de recuperar el control de esas áreas, pero si podría consolidar su control sobre el oeste, dando lugar a una división de facto dentro del país.

En una entrevista realizada por un medio argentino, con el presidente Al-Assad, se abordó la cuestión de las milicias extranjeras en Siria y la cuestión de los combatientes de los combatientes de Hezbollah y de Irán. El presidente sirio respondió que “Siria, con sus 23 millones de habitantes, no necesita apoyo humano del país que sea. Tenemos ejército y fuerzas de seguridad. No necesitamos de Irán o de Hezbollah para eso. No tenemos combatientes de fuera de Siria. Hay sí personas aquí de Hezbollah e Irán pero desde antes de la crisis ellos han venido a Siria”. Sobre el papel de Israel, Al-Assad no dudó en afirmar que “Israel apoya directamente y por dos vías a los grupos terroristas, les da apoyo logístico y los instruye sobre cómo y cuáles sitios atacar. Por ejemplo ellos atacaron una estación de radar del sistema de defensa antiaérea que detecta cualquier avión que viene de afuera, especialmente Israel”.

La Casa Blanca dijo que el presidente Obama habló su homologo libanés, Michel Sleiman, y "subrayó su preocupación por el papel activo y creciente de Hezbollah en Siria, luchando a favor del régimen de Al-Assad, que está en contra de las políticas del gobierno libanés". Aunque el gobierno de Beirut, tiene medios limitados para influir en el grupo chiita, los dos líderes acordaron que "todas las partes deben respetar la política de disociación de Líbano del conflicto sirio y evitar acciones que involucren a la población libanesa en el conflicto".



miércoles, 15 de mayo de 2013

La oferta de Nabih Berri


El Presidente del Parlamento, Nabih Berri, revivió la subcomisión encargada de estudiar la nueva ley electoral y programó una nueva reunión, después que la sesión del Parlamento no obtuvo quórum para votar sobre la controversial propuesta de la Ley Electoral Ortodoxa. La sesión legislativa fue aplazada hasta el 17 de mayo para permitirles a los miembros del Comité que reanuden las conversaciones, sobre todo en una ley electoral híbrida que está respaldada por algunos partidos independientes y la Coalición 14 de Marzo que ganó el apoyo de la bancada socialista de Walid Jumblatt.

La oferta de Berri propone elegir 64 diputados (50% del parlamento), basado en el sistema de representación proporcional y la otra mitad sobre la base que el ganador se lo lleva todo el sistema mayoritario, manteniendo el número de distritos en 26. Por otra parte, la fórmula a que llegaron los partidos del Futuro, Fuerzas Libanesas y los socialistas es una ley híbrida que estipula 69 diputados (55% del parlamento) elegidos sobre la base de la mayoría, el ganador se lleva todo el sistema y 59 diputados (45% del Parlamento) sobre la base del sistema proporcional. El país se divide en 6 provincias en el marco del sistema de representación proporcional y 27 distritos bajo el ganador se lo lleva todo.

Se espera que el Parlamento vote sobre la propuesta ortodoxa, que cuenta con el apoyo de los principales partidos cristianos del país y que está respaldada por la Coalición 8 de Marzo; sin embargo, ese proyecto de ley ha sido duramente cuestionado por el Movimiento Futuro, los socialistas de Jumblatt y algunos diputados cristianos independientes. De acuerdo con un informe publicado por el diario An Nahar, la sugerencia de Berri recibió el respaldo de varios partidos de ambas Coaliciones.

Fares Soaid, coordinador General de la Secretaría de la Coalición 14 de Marzo, indicó que esta alternativa es la "victoria de la convivencia sobre los intentos de dividir al país”, en una conferencia de prensa Soaid enfatizó que esta es una etapa de victoria para la M-14 y criticó a Michel Aoun, jefe del Movimiento Patriótico Libre, al afirmar que él trabaja para el interés de los cristianos en momentos que visita Teherán. E líder cristiano del Partido Falange, Amin Gemayel –y miembro fundador de la M-14- rechazó la propuesta de su coalición, ya que "El interés de los cristianos y los musulmanes se encuentra en la unidad nacional. Los cristianos no pueden convertirse en una tribu en la confrontación de los otros".

Ziad Abs, parlamentario del Movimiento Patriótico Libre -el mayor partido cristiano dentro de la Coalición 08 de Marzo-, ha apoyado firmemente la ley ortodoxa, ya que una ley que obligue a todos los ciudadanos a votar por un miembro de su propia secta, daría lugar a un sistema más justo y que sería totalmente proporcional. El Movimiento Patriótico Libre, así como otros partidarios de la ley, argumentan que el actual sistema -en combinación con los distritos electorales- significa que los cristianos en el país a menudo son privados de sus derechos; Abs sostiene que, mientras que una ley de este tipo suena antidemocrática, es una solución pragmática en un país donde la mayoría de los votos sean emitidos por razones sectarias.

Samir Geagea, líder de las Fuerzas Libanesas –otro partido cristiano de la 14-M-, ofreció su disposición a estudiar cualquier propuesta de enmienda a la ley electoral híbrida que la 14-M ha presentó como una alternativa a la propuesta de ley electoral ortodoxa; sin embargo adelantó que "Nuestra prioridad es llegar a una ley electoral consensuada basada en el proyecto electoral híbrido propuesto por el presidente del Parlamento, Nabih Berri". Dirigiéndose a las acusaciones de Aoun sobre que Fuerzas Libanesas se había roto su promesa sobre la ley ortodoxa, Geagea dijo que nunca habían hecho una promesa e instó a Aoun a detener el tono acusatorio y su acalorada retórica sobre este tema.

El ortodoxo es el único proyecto de ley electoral aprobado por las comisiones parlamentarias mixtas -aunque es duramente criticado por la 14-M, socialistas y algunos grupos cristianos- sus opositores dicen que alienta el extremismo y conduce a más sectarismo en el país ya que la propuesta considera a Líbano como distrito electoral único, permitiendo que cada secta vote por sus propios diputados bajo un sistema de representación proporcional. Desde la gobernante 8-M –especialmente Hezbollah y el cristiano Movimiento Patriótico Libre- se remarca que esta ley es la única manera de garantizar la mejor representación de los cristianos.

El único ganador ha sido Nabih Berri, político cercano a Hezbollah, que ha logrado el consenso entre ambas coaliciones; esta oferta de último minuto llega en momentos de fuertes cuestionamientos sobre el papel de los chiitas libaneses en Siria y rol de las armas de Hezbollah.

Funcionarios de la 14-M cargaron contra el Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hasan Nasrallah, luego que éste anunció el objetivo de liberar los Altos del Golán de Siria de la ocupación israelí; según los funcionarios, tal empresa viola la Declaración de Baabda y el Acuerdo de Taif de 1989 y sirve para anular el derecho de Hezbollah de estar representado en el gobierno del Primer Ministro designado, Tammam Salam. Los funcionarios cuestionaron que la decisión de Nasrallah solo sirve a los intereses regionales y no a los de los libaneses, en una referencia indirecta a la verdadera finalidad de las armas que permanecen bajo su control.

La ley Ortodoxa es poco probable que gane el apoyo necesario, por lo que la combinación propuesta por Berri tendrá más posibilidades, aunque no es seguro que haya una nueva ley electoral al final de las sesiones; e incluso si se sanciona la ley, las elecciones no van a ser celebrada en el tiempo y el mandato del Parlamento -que expira el 09 de junio- tendrá que ser ampliado. La Coalición 8-M ha utilizando el debate la ley electoral como palanca sobre cualquier potencial nuevo gabinete que encabezará el Primer Ministro designado Salam, tratando de imponer ciertas condiciones para un nuevo gobierno a cambio de su apoyo a la ley electoral.



lunes, 13 de mayo de 2013

El diálogo saudita-iraní sobre Líbano y Siria


Las tropas sirias capturaron Dumayna occidental, Haidariyeh y Esh Al-Warwar, tres pueblos de la estratégica zona Qusayr -provincia de Homs- lo que les permite cortar las líneas de abastecimiento de los rebeldes dentro de la ciudad Qusayr. Fuentes sirias indicaron que "La lucha se prolongó durante tres horas, hasta que se estableció el control de estos pueblos, que se consideran estratégicos, ya que se encuentran en la carretera que une las ciudades de Homs y Qusayr y nos permitirá bloquear el abastecimiento de los militantes en Qusayr. Dumayna occidental está a unos ocho kilómetros al norte de Qusayr, centro de feroces batallas entre los rebeldes y el ejército sirio, apoyado por Hezbollah.

La ciudad de Qusayr quedó fuera del control del presidente sirio, Bashar Al-Assad, hace un año, pero se ha enfrentado a diario bombardeos y frecuentes bombardeos aéreos; la ciudad se encuentra estratégicamente ubicada cerca de la frontera con Líbano y al sur de la tercera ciudad siria, Homs, que se encuentra en la carretera que une Damasco con la costa. Semanas después que jeques sunitas radicales libaneses llamaron a unirse a los rebeldes sirios que luchaban contra Al-Assad y Hezbollah, dos combatientes libaneses fueron asesinados en Qusayr.

El Primer Ministro designado, Tammam Salam, tras reunirse con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, expresó que no tiene prisa en formar el próximo gabinete, pero al mismo tiempo estaba en contra de los retrasos en el proceso de formación. Es poco probable que se presente un gabinete en el Parlamento, ya que dicho órgano se reúne esta semana para discutir la nueva ley electoral y Salam desea evitar una crisis sobre la formación del nuevo gabinete. La reunión también llega en medio de amenazas por parte de Hezbollah y la Coalición 08 de Marzo hacia Salam sobre la creación de lo que llamaron un "gobierno de hechos consumados", algo que podría desestabilizar a Líbano.

La situación en Siria impacta directamente sobre el escenario político libanés, no solo en la conformación del futuro gobierno de Salam –que con Hezbollah ocupado en Siria no puede hacerse cargo de la política en Líbano- hasta las demandas económicas que implican para Beirut las oleadas humanas que cruzan las fronteras libanesas. Aunque Qatar anunció que inició la cuarta fase de su programa de ayuda para los refugiados sirios en Líbano -que incluye un programa para proporcionar ayuda sanitaria a unos 60.000 refugiados y la creación de un centro de salud en Wadi Khalid- los movimientos humanos crecen dentro de un país inestable.

El problema de los refugiados sirios en Líbano es sólo un aspecto de un problema mucho más amplio: la demografía política de la zona -que incluye a los dos países- está cambiando las fronteras, que son cada vez más permeables, junto a organizaciones libanesas islámicas creadas para ayudar a los refugiados sirios. Estas ONGs son además instrumentos de socialización, que amenazan con radicalizar una generación de sirios, inculcando perspectivas anti-chiitas y anti-alawitas. Por otro lado, los sunitas militantes islamistas en Líbano contrabandean armas y se unen a la lucha de sus hermanos sirios, en lo que se ha convertido en un destino de elección para los yihadistas internacionales, haciendo del país una plataforma para los combates en Siria.

La participación de Hezbollah es más intensa, lo que comenzó como una ayuda relativamente modesta al régimen sirio, con el tiempo ha crecido en lo que ahora parece ser directa, integral, de pleno derecho y el apoyo cada vez menos encubierta militar. Los recientes ataques aéreos de Israel (no confirmados oficialmente) contra objetivos en Siria -envíos de armas iraníes supuestamente destinadas al movimiento chiita Hezbollah- y la retórica elevada de Hassan Nasrallah, reflejan crecientes posibilidades de enredos regionales. Con todo, aun cuando el gobierno de Líbano se aferre a su política de disociación, los actores no estatales no se sienten tan limitados y la esperanza de Líbano, de ser inmune al conflicto se ha dejado de lado por las partes nacionales, para los cuales el resultado de la guerra civil siria es casi una cuestión existencial.

El giro de los acontecimientos en Siria motivó a que los actores regionales comiencen a tomar iniciativas por su propia cuenta, dejando de lado las agendas de EE.UU. y Rusia. Arabia Saudita ha decidido explorar el diálogo con Irán, su gran rival regional para poner fin al conflicto sirio y asegurar el futuro político de Líbano; los sauditas han renunciado a la política de EE.UU. hacia Siria -en vista del apoyo inquebrantable de Rusia e Irán para Al-Assad- junto a las ganancias del campo de batalla por la influencia de Hezbollah y las fuerzas Bassij iraníes, sumada la inacción de Turquía después de los atentados terroristas del sábado en la ciudad de Reyhanli cerca de la frontera con Siria.

El ministro de Relaciones Exteriores saudita Saud al-Faisal aprovechó de la Organización de la Conferencia Islámica-OCI, en Jeddah, para con el canciller iraní, Ali Akbar Salehi. Los saudíes han llegado a la conclusión de que Occidente e Israel han sido lentos en reconocer que, puesto que la alianza militar de Irán-Hezbollah-sirio está ganando en el conflicto sirio, si Riad espera hasta la victoria de Hezbollah volverán a casa a tomar el poder en Beirut, la protección de la comunidad sunita de Líbano será mucho más difícil.




viernes, 10 de mayo de 2013

Siria y Líbano ¿Espacio para la confrontación entre Israel-Irán?


El presidente libanés, Michel Sleiman, precisó hoy que la "Declaración de Baabda y unaa estrategia de Defensa que coloque las armas de la resistencia a la voluntad del ejército protegerá a Líbano contra cualquier asalto israelí." Si bien a Declaración de Baabda, aprobada durante una sesión de diálogo nacional en junio de 2012, insta a Líbano para distanciarse de los conflictos regionales, las declaraciones del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, sobre que los envíos de nuevos tipos de armas servirían como la reacción de Siria ante los ataques aéreos de Israel en el vecino país la semana pasada, ha provocado un desequilibrio interno.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, sostuvo que Líbano debe adoptar una política de neutralidad, excepto hacia los Estados árabes y el conflicto con Israel. Sus comentarios se produjeron después de reunirse con una delegación del Partido Kataeb, que están tratando de incorporar la política de disociación de la agitación regional en la Constitución; aunque los diferentes partidos libaneses acordaron en 2012, durante una sesión de Diálogo Nacional, la adopción de la política de disociación con respecto a la agitación regional -particularmente en relación con Siria- en la práctica, poco se ha cumplido con lo acordado.

Después de ataques aéreos de Israel cerca de Damasco, del pasado fin de semana, el presidente sirio, Bashar Al-Assad, advirtió que los Altos del Golán se convertían en un "frente de resistencia" -sugiriendo que había dado luz verde a los grupos de la resistencia para lanzar ataques de represalia-, la declaración fue reforzada por Nasrallah, quien prometió apoyar los esfuerzos "para liberar el Golán sirio". Sharif Shehada, parlamentario sirio, dijo que “Si el enemigo israelí cree que puede destruir a Siria, déjenme decirles que Siria y Hezbollah pueden destruir Israel. Cuando el presidente Al-Assad dice que Siria se ha convertido en una nación de la resistencia, está seguro de lo que está diciendo".

Israel ha advertido en repetidas ocasiones que no permitirá que Siria le transfiera armamento avanzado a Hezbollah, diciendo que esto sería cruzar una línea roja, en repetidas oportunidades se ha expresado la preocupación que las existencias de armas sofisticadas iraníes –almacenadas en Siria- podrían caer en manos de Hezbollah y otros grupos militantes anti-Israel si el régimen de Damasco peligra. Por su parte, Nasrallah dijo que los ataques aéreos israelíes tenían como objetivo la eliminación de Siria de la ecuación del conflicto árabe-israelí, ya que Siria y su aliado estratégico, Irán, fueron las principales fuentes de la fuerza de los movimientos de resistencia en la región.

Una fuente cercana a Hezbollah dijo que era poco probable que el partido busque venganza por el bien de su aliado sirio. En primer lugar, esta venganza arrastraría el llamado eje de la resistencia a una guerra que no sirve sus objetivos en este momento, sobre todo desde que Siria está comprometida en la lucha contra "grupos terroristas" y las facciones de oposición. En segundo lugar, los libaneses están divididos sobre la cuestión de las armas de Hezbollah y su razón de ser, así como por su participación en la guerra de Siria. En el caso de una nueva guerra con Israel, la opositora Coalición del 14 de Marzo culparía Hezbollah de provocar y de ser responsable de las consecuencias de una guerra como la de 2006 con Israel.

Los últimos ataques aéreos de Israel contra Siria, no sólo detuvieron momentáneamente la entrega de armas a Hezbollah, sino que le dieron un aviso a la administración Obama e Irán: Israel tiene la voluntad y los medios para actuar unilateralmente en aras de proteger sus intereses regionales en Medio Oriente. Los ataques israelíes sirven como un recordatorio, en particular a Irán, que el Estado judío tiene una Inteligencia capaz de mantener en silencio el seguimiento de sus enemigos, las capacidades operativas para ejecutar misiones complejas y la voluntad nacional para hacerlo si es necesario; las operaciones también le demostraron a Washington que las operaciones efectivas pueden llevarse a cabo sin mayores riesgos, forzando al presidente Obama a reconsiderar su política hacia Siria.

Aunque Israel ha señalado que va a responder con ataques aéreos a cualquier envío de armas para Hezbollah, en el fondo está diciendo que no va a tolerar la bomba atómica iraní y que si Washington no lo impide, Tel Aviv lo hará. De igual manera, la presencia de Hezbollah en los Altos del Golán no es una mera simpatía por la causa siria, sino que cumple con su verdadero propósito: ser una vanguardia de Irán en la frontera de Israel.

Cada parte atiende su propio juego, enmascarándolo bajo la premisa de un “ataque preventivo justificado” o bajo la “protección frente a cualquier incursión internacional”, cuando en realidad lo que moviliza a las partes es el interés en la marcha del conflicto para determinar si presente status quo continua o no, luego de la caída de Al-Assad.


jueves, 9 de mayo de 2013

Siria, Hezbollah y el equilibrio regional


El gobierno del presidente sirio, Bashar Al-Assad, ha estado buscando la adquisición de baterías de misiles S-300 -que pueden interceptar aviones tripulados y misiles guiados- a Rusia desde la época de la administración de George W. Bush; los Estados occidentales han presionado al gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, para que no siga adelante con la venta. Si Siria adquiere y despliega los sistemas, haría que cualquier intervención internacional sea mucho más complicada, según fuentes israelíes el paquete sirio incluye 6 lanzadores y 144 misiles operacionales -cada uno con un alcance de 125 millas- y se estima que el primer envío podría efectuarse en los próximos tres meses y el total de la compra se concluiría a finales de este año.


Según una evaluación de la Inteligencia norteamericana, Rusia comenzó en 2008 el envío de unidades SA-22 Pantsir-S1 a Siria. El sistema, una combinación de misiles tierra-aire y cañones antiaéreos de 30 mm, tiene un sistema de dirección digital y se monta en un vehículo de combate, por lo que es fácil de mover. De acuerdo con la evaluación, Siria tiene 36 de los vehículos. En 2009, Rusia comenzó la actualización SA-3 sistemas analógicos de misiles tierra-aire -convirtiéndolos en el sistema SA-26 Pechora-2M ahora móvil y digital, con un radio de acción de 17 millas- pero EE.UU. está particularmente preocupado la modernización rusa de los sistemas de misiles SA-5; con un radio de acción de 175 millas, podrían atacar a los aviones norteamericanos que vuelan desde Chipre.


Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, dijo que Siria responderá a las incursiones israelíes dándole su grupo nuevas y sofisticadas armas, para evitar nuevos ataques de Israel; Nasrallah señaló que "la resistencia está dispuesta a aceptar cualquier armamento sofisticado, incluso si se trata de romper el equilibrio en la región. Somos dignos de tener este tipo de armas y nos utilizan para defender a nuestro pueblo, nuestro país y a nuestros sitios sagrados”. En los días posteriores a los ataques israelíes, de la semana pasada, los medios de comunicación estatales sirios informaron que Damasco había dado luz verde a las operaciones contra Israel del Golán, aunque hasta el momento no ha habido claros signos de aumento de una militarización de la zona.

Nasrallah, quien insinuó la semana pasada que Irán y Rusia -aliados del presidente Al-Assad- podrían intervenir militarmente para impedir la caída del régimen, también dijo que la respuesta de Siria al ataque israelí reactivando su frente con Israel en los Altos del Golán “transformó la amenaza en una oportunidad. Así que cualquiera que busque una guerra contra Siria, la respuesta fue abrir el frente del Golán para el grupo de resistencia popular". Nasrallah sostuvo que se prepararon los lanzacohetes –sin hacer referencia a su dirección- y que luego de esto Israel que comenzó a enviar mensajes de calma.

Hay dos hechos fundamentales que preocupan sobre el papel de Hezbollah. El primero es que cualquier intento de enviar misiles iraníes avanzados para Hezbollah -a través de Siria- forzarían una nueva respuesta de Israel; y segundo la advertencia de Nasrallah, si bien es retórica, podría señalar una nueva escalada. Hezbollah e Irán se involucran cada vez más en la guerra civil siria –con el suministro de tropas y asesores militares- para ayudar al presidente sirio Bashar Al-Assad a combatir a los rebeldes; a esto le suma que ahora la resistencia libanesa presta su apoyo material y moral para la liberación del Golán sirio, que Israel capturó en la guerra de 1967 y que posteriormente anexionó a su territorio.