martes, 28 de enero de 2014

Los retos del nuevo gobierno para Líbano



Luego de transcurrido el plazo de 48 horas sin ningún compromiso para formar su gobierno de unidad, el PM designado, Tammam Salam, mostró su irritación afirmando que el proceso no era un simple "hobby o una pérdida de tiempo (…) Se requiere de grandes esfuerzos y una responsabilidad de todos”. Bajo el esquema “8-8-8” que le permite a las Coaliciones 14 y 08 de Marzo tener 8 representantes cada uno y los 8 restantes asignados a los centristas, Líbano se estaba preparando para salir del vacío de gobierno sin concederle ningún poder de veto en el Consejo de Ministros a ningún grupo. 

Salam no lo dijo explícitamente, sin embargo, parte de su frustración se debe al monopolio de la voz cristiana en el parlamento debido a bloques de 28 escaños del Movimiento Fuerza Patriótica que daba a otros 36 parlamentarios cristianos; en otras palabras, mientras que el Movimiento y Aoun jugaron un papel vital, los cristianos de centro y los que apoyan a la Coalición 14 de marzo tendrán una mayoría numérica, aunque sus voces no siempre fueron escuchadas; el dilema surge porque los líderes de la Iglesia maronita incitaban repetidamente a los políticos en situaciones imposibles para exigirles una apropiada representación cristiana.

El Primer Ministro designado Salam negó que esté amenazando con formar un gobierno de hechos consumados y señaló que el factor tiempo lo había estado amenazando junto con las facciones políticas del país: "No soy yo quien está amenazando (…) Por el contrario, el factor tiempo me está amenazando y amenazando a todos nosotros en medio de una situación inestable y con bombardeos". Salam expresó su temor sobre que las cosas se salgan de control y Líbano caiga en una contienda entre sunitas y chiitas, como resultado de la propagación de la crisis siria en el Líbano; además pidió que se haga caso omiso de los informes que iba a recurrir junto con el presidente Michel Sleiman para emitir un gobierno de facto, si los partidos rivales no logran ponerse de acuerdo sobre el Gabinete.

El líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, reiteró su llamado a la inmediata formación de un Gabinete neutral no partidista y culpó a los "intereses mezquinos" de su rival político cristiano –el Gral. Michel Aoun- para la prolongación de la crisis de gobierno. Según Geagea "El presidente Michel Sleiman y el PM designado, Tammam Salam, no deben perder más tiempo y deberían usar sus poderes constitucionales para formar un gobierno neutral que excluya a las Coalición 08 y 14 de Marzo (…) Las actuales circunstancias del país requieren un gabinete capaz y eficaz, un Gobierno neutral único que pueda llevar a la estabilidad en el país y se aleje de la lógica de reparto del botín”.

El ex PM y líder Jefe del bloque parlamentario Al-Mustaqbal, Fouad Siniora, se reunió con el Emir de Kuwait, jeque Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, quien expresó su disposición a ayudar al Líbano a superar sus crisis. Siniora se encuentra en Kuwait como invitado de honor a la inauguración de la 5ta Conferencia Anual de la Red de Institutos y Centros de Formación de Gobierno en el Medio Oriente y el Norte de África.

Hay un consenso político entre las potencias mundiales -en particular Francia, EE.UU., Rusia, Arabia Saudita e Irán- que el Líbano debe estar distanciado de la crisis en la región. Las conversaciones entre el Vaticano y la delegación francesa abordaron la necesidad de establecer un acuerdo que neutralice el Líbano en relación con los conflictos regionales; las fuentes dijeron que las capitales occidentales habían priorizado tres objetivos que deben ser trabajados en forma rápida y con un consenso interno: el primero consiste en la formación de un gobierno unificado -preferencia de Occidente- durante este período excepcional; segundo, Líbano debe celebrar una elección presidencial para demostrar el cumplimiento de sus deberes constitucionales; y en tercer lugar, la estabilidad nacional debe llevarse a cabo incluida la lucha contra el terrorismo y grupos Takfiris, particularmente con el aumento de las amenazas de los grupos Jabhat Al-Nusra y el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) dentro de Líbano.

Las fuentes señalaron que la última postura adoptada por el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, en el Foro Económico Mundial de Davos, donde dijo que Hezbollah había actuado por su cuenta en el envío de sus combatientes a Siria. Este cambio parece indicar la retirada de Irán de su cobertura a la decisión de Hezbollah para luchar junto al régimen sirio, pidiéndole que regresen a Líbano con el fin de eliminar los obstáculos a la creación de un gobierno unificado.

El reciente fracaso en las negociaciones para la conformación del gabinete ha demostrado que el establecimiento de un gobierno en Líbano no depende de Ginebra 2, sino que está vinculado a los intereses sectoriales de los partidos políticos locales. Es por ello que los insistentes pedidos internacionales hacia las facciones aliadas, para la formación de un gobierno, se han incrementado y el diálogo entre los bloques parlamentarios comienza a depender más de los libaneses que de los eventos regionales.

El gobierno que venga deberá enfrentarse a las consecuencias de 10 meses de falta de decisiones, con el Parlamento apenas sesionando, una ausencia de influencia política sobre las líneas de trabajo más importantes tales como: crisis energética, refugiados, desaceleración económica y los enfrentamientos entre sunitas y chiitas en todo el país. Para solucionar estos problemas será necesario que se generen políticas de consenso y es por ello que Salam están enfrascado en la creación de un gabinete de unidad nacional. 





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