viernes, 3 de febrero de 2012

El Primer Ministro de Líbano suspendió el Consejo de Ministros


Líbano está a punto de sumirse en una nueva crisis de Gabinete, después que el miércoles pasado el Primer Ministro Najib Mikati, puso fin abruptamente a una sesión de gobierno luego de fuertes diferencias con los ministros del Partido Cambio y Reforma, de Michel Aoun, en relación al controvertido tema de los nombramientos de la administración pública. Mikati negó que vaya a renunciar o suspender sus actividades como Primer Ministro, y dijo que su trabajo seguiría siendo positivo y comprometido: "Hay mucho que hay que hacer para el país: basta de populismo".

La acalorada discusión se desató durante la sesión, después que los ministros del bloque Cambio y Reforma se opusieron a la iniciativa del Presidente Michel Sleiman que propuso nombrar -después de negociar con el Ministro de Justicia Shakib Qortbawi- al Juez Elie Bekhaazi para el puesto de Jefe del Comité de Alto Disciplinario -tradicionalmente reservado para los católicos griegos- junto con los jueces Nada Asmar y Suleiman Sabah. Como consecuencia de la polémica, Sleiman suspendió la sesión del gabinete sobre la solicitud de Mikati.

Ibrahim Kanaan, del Bloque Cambio y Reforma, atacó al Primer ministro Najib Mikati y le recomendó que respete la Constitución, en una señal evidente de las crecientes tensiones entre los miembros del gobierno de Líbano. Kanaan calificó de "poco saludable" la decisión de suspender las reuniones de gabinete y dijo que la medida debería ser revocada e hizo hincapié en la necesidad de respetar la representación ministerial ya que la intimidación no le ayudará.

Mohammad Shaker Al-Qawas, Secretario de la Comisión General del partido Ba´ath en Líbano, responsabilizó al Primer Ministro Mikati de "agitar una crisis de gobierno por la falta consenso en temas controversiales”; Al-Qawas considera que Mikati está buscando una crisis para eludir sus responsabilidades en relación con temas espinosos como la cuestión de las fronteras sirio-libanesas y denunció que ello es una conspiración contra la seguridad nacional de Siria y Líbano, en relación al contrabando de armas.

Los políticos de la Coalición 14 de Marzo apuntaron al gobierno diciendo que sus facciones se encuentran sumidas en la corrupción, las luchas internas, y posiblemente, buscan ganar tiempo antes de la renovación del mandato del Tribunal Especial para el Líbano (TEL).

Samir Geagea, líder de Fuerzas Libanesas (FL), instó al gobierno del Primer Ministro Mikati a dimitir, y sugirió que sea reemplazado por un gabinete de tecnócratas; Geagea sostiene que nada respalda la presencia o la supervivencia de este gobierno y Líbano está experimentando su peor período en seis años debido a los problemas en la electricidad, las telecomunicaciones y la situación económica. Antoine Zahra, parlamentario de FL culpó a los seguidores de Aoun de "representar a los cristianos" sin importarles el bienestar del país.

Jean Hogasapian, parlamentario del Movimiento del Futuro, fue más allá y apuntó a los sectores pro-Hezbollah y pro-sirios que quieren tomar el gobierno antes que finalice el mes -es decir- antes de la renovación del TEL; por otra parte Hogasapian señaló que Mikati sería incapaz de renunciar, ya que tal decisión estaba en manos de Hezbollah, que junto con los otros grupos de la Coalición 8 de Marzo que domina el Consejo de Ministros.

El Primer Ministro Najib Mikati, dijo que su objetivo es "lograr la estabilidad" en Líbano, y agregó que "prefiere no entrar en los argumentos", durante la ceremonia de lanzamiento de un proyecto en el puerto de Trípoli, Mikati dijo que aún está abierto al diálogo y reiteró su rechazo a algunas partes por "los intentos de obstruir el trabajo del gabinete ya que no hay tiempo que perder."

Fuentes cercanas al Gabiente indicaron que todo comenzó cuando el Ministro de Energía y Agua, Jibran Bassil, le pidió a Sleiman que ponga a votación del Gabinete los nombres propuestos para los cargos de jueces pero esto fue rechazado por Sleiman; el Presidente Suleiman, suspendió la sesión de acuerdo al pedido de Mikati, pero en realidad lo hizo en señal de protesta por la insistencia del bloque Cambio y Reforma de someter el asunto a votación. Aparentemente la meta del bloque Cambio y Reforma era plantear la cuestión de los nombramientos, durante la sesión, en un intento por detener el trabajo del Consejo de Ministros y así bloquear las actividades del Gabinete y al mismo tiempo que acusaba al gabinete de ser improductivo.

Por otra parte, antes de la suspensión de las actividades el Consejo de Ministros acordó por unanimidad la formación de una comisión que estará encabezada por Mikati para discutir la modificación la Ley 240 –relativa a las escuchas telefónicas- y preparar un mecanismo para regular el trabajo de las escuchas telefónicas; la ley permite en la actualidad que los datos de telecomunicaciones sean transferidos a los organismos de seguridad del Estado y la información se limita a la ubicación y los movimientos de una persona en un área determinada.

Recientes filtraciones de un supuesto complot para asesinar a un funcionario de seguridad de alto nivel, posiblemente el Brig. Gral. Wissam Al-Hasan -Jefe de Información de las Fuerzas de Seguridad Interna- han puesto de relieve el tema de las telecomunicaciones; a partir de ahora y hasta que se termine el trabajo de la comisión, al suministro de datos nacionales sólo podrán tener acceso las más altas instancias judiciales, el Ministerio Público o el Consejo de la Shura.

Mikati prometió permanecer en el cargo pese a las profundas diferencias con Michel Aoun y la cuestión de los nombramientos, por lo que todo lleva a suponer que la crisis es política y no estructural como las sufridas en el pasado y que implicaron meses de parálisis gubernamental. Esta postura desafiante de Mikati, quien además acusó implícitamente a los ministros de Aoun de obstruir el trabajo del Consejo de Ministros, es un mensaje para el aliado más importante de Aoun que es Hezbollah; los sucesos en Siria le están dando más espacio a Mikati para implementar su agenda prescindiendo de las decisiones de los otros componentes de la Coalición 8 de Marzo.

El apoyo al presidente Sleiman también puede considerarse como un mensaje para los cristianos, tanto Sleiman como Aoun se disputan su representación en el poder. Con estas medidas Mikati optó por sostener a Sleiman, señaló los límites a Aoun -y por ende a Hezbollah- y prometió concentrar su gobierno en solucionarles los problemas cotidianos a los libaneses en vez de participar de las luchas internas de poder.

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