lunes, 14 de noviembre de 2011

Repercusiones en Líbano de las sanciones de la Liga Árabe a Siria



La suspensión de la membrecía de Siria de la Liga Árabe ha abierto un paréntesis de incertidumbre, dentro de Líbano, sobre las repercusiones que las diferentes sanciones impuestas sobre Damasco podrían tener en Beirut debido a las profundas vinculaciones que ambos países tienen.

Nabih Berri, Presidente del Parlamento libanés dijo que ningún árabe podía abolir el arabismo de nadie, entonces “¿Cómo podría ser eso sí Siria es el corazón del arabismo"; Berri dijo que la decisión adoptada por la Liga Americana contra Siria podría ser revisada y las oportunidades para ello aún están disponibles. En un contexto similar, el Ministro de Relaciones Exteriores de Líbano -Adnan Mansour- describió a la celebración de una cumbre de emergencia para el seguimiento de la situación en Siria como un paso constructivo, lo que subraya la importancia de responder a ella.

Robert Ghanem, parlamentario libanés, hizo hincapié que Líbano no debería objetar las decisiones de la Liga Árabe y Naciones Unidas, además Ghanem confirmó que Líbano es conocido por exportar la democracia a los países árabes y pidió a los libaneses que preserven estos valores.

Pero las sanciones impuestas por la Liga Árabe tendrán una serie de impactos directos que se comienzan a percibir en Líbano.

Diferentes economistas, empresarios y representantes de sectores de la producción advirtieron sobre las graves consecuencias económicas para Líbano si el país aplica sanciones contra Siria e hicieron hincapié en que Líbano -que ya está golpeado por una severa recesión económica- tiene mucho que perder y de allí que difícilmente el gobierno de Mikati tenga algún interés en el cumplimiento de la decisión de la Liga Árabe para imponerle sanciones económicas a Siria.

Los bancos libaneses serían los más afectados de las sanciones, en su mayoría debido a su impacto en la economía de Siria, estos bancos tienen más de u$s 6.000 millones en depósitos y las sanciones resultarían en una recesión económica; las operaciones de Siria constituye un significativo 10 % de los balances generales consolidados de los bancos libaneses. Además, los bancos en Líbano, han hecho préstamos por más de mil millones de dólares a empresas e individuos sirios por lo que se han vuelto vulnerables a los riesgos de un futuro incumplimiento.

Por otra parte, si el país cumple con las sanciones tendría que buscar una ruta alternativa para exportar a la región del Golfo, Irak y Turquía y este cambio aumentaría significativamente los costos de transporte afectando seriamente la competitividad de los productos libaneses. El comercio bilateral sirio-libanes se estima en unos u$s 560 millones, pero el mayor impacto se produce por la alta dependencia libanesa –aproximadamente del 80 %- en el sector de servicios que se verán fácilmente afectados por cualquier tipo de inestabilidad adicional.

El Pacto Económico sirio-libanés de 1953 representó el primer paso hacia la integración económica, reforzando el movimiento económico entre los dos países y la introducción de comercio libre de impuestos en la agricultura. En 1993, se aprobó un pacto económico más detallado que el pacto anterior y alentó una mayor coordinación de las políticas nacionales sobre el agua, la energía y los impuestos.

Los indicadores económicos básicos también han sido afectados por los eventos de seguridad en Siria, pero se también interviene la incertidumbre derivada de la formación del nuevo gobierno. Las exportaciones aumentaron un 15,5 % llegando a u$s 334 millones en septiembre reduciendo la caída de un 3,5 % en los primeros nueve meses, aunque la balanza comercial siguió expandiéndose en un 13,6 % llegando a los u$ 11,2 millones de dólares. Del mismo modo, las entregas de cemento se aumentaron un 7,6 % llegando a unos 4,16 millones de toneladas en los primeros nueve meses, lo que refleja una aceleración de la actividad actual de la construcción durante el verano, después de haber caído un 0,8% año a año en los primeros cinco meses de 2011.

Por otra parte, la falta de control por parte del gobierno de las fronteras con Siria sigue siendo un tema de profunda preocupación para las Naciones Unidas. Robert Watkins, Coordinador Especial para Líbano, señaló tras las conversaciones con el Primer Ministro Najib Mikati, que las recientes incursiones militares sirias en Líbano continúan poniendo en peligro la seguridad de ambos países.

Watkins informó a Mikati que en el último informe de aplicación de la Resolución 1701, que abarca los últimos seis meses, se indica que la seguridad de la fuerza de paz de ONU en el sur, era una fuente de preocupación. El informe, se discutirá en la Sede de las Naciones Unidas a finales de mes. A pesar que la agresión contra las fuerzas de paz de ONU han sido hechos aislados, en el período de seis meses, hay una serie de cuestiones pendientes que son necesarias de abordar de manera urgente ya que desde el alto al fuego no ha habido ningún avance.

Líbano debe enfrentarse ahora con las sanciones impuestas a Siria, que repercutirán en su deteriorada economía; si bien las causas ahora son externas los problemas derivados serán internos. La posición de Líbano dentro de la votación de la Liga Árabe fue de abstención –al igual que Yemen e Irak- algo que señala quien está a cargo de la política exterior libanesa.

Por otro lado, el aumento de las presiones internacionales sobre el régimen sirio también se hacen sentir sobre Irán y su plan nuclear, quien también comenzará a sentir el peso de la alianza con Siria; por carácter transitivo Hezbollah también se verá afectado por las sanciones iranio-sirias ya que depende de ambos Estados.

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